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El presidente visita con el consejero de Desarrollo Rural las instalaciones de Casa Ibáñez, en Puente Viesgo, donde elaboran sobaos y otros productos de repostería.
El Gobierno de Cantabria ha convocado 9,5 millones de euros en ayudas dirigidas a las industrias agroalimentarias.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha apostado hoy por difundir las bondades de los alimentos cántabros, como lo sobaos, que cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Así lo ha asegurado con motivo de su visita a Casa Ibáñez, en Puente Viesgo, donde elaboran los sobaos bajo esta indicación, así como otros productos de repostería, constituyéndose como motor de desarrollo de los Valles Pasiegos.
El presidente ha puesto en valor la transformación de las materias primas como actividad “esencial” para generar valor añadido en el medio rural y contribuir a dar solución a los problemas de sus territorios, tales como el despoblamiento rural o el envejecimiento de la población.
Por ello, el Gobierno ha destinado en lo que va de legislatura 16 millones de euros para apoyar a las industrias agroalimentarias, que se han repartido entre 145 beneficiarios. En este momento hay convocados otros 9,5 millones de euros para este tipo de empresas.
Acompañado por el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, Revilla ha visitado las instalaciones de Casa Ibáñez, una empresa familiar dedicada a la elaboración y venta de pastelería pasiega desde principios de este siglo, tales los sobaos (pasiegos, ecológicos y de mantequilla), las quesadas y las galletas pasiegas, y que cuenta con varios reconocimientos internacionales, tales como los Great Taste Awards, además de contar con varias acreditaciones: Identificación Geográfica Proegida (IGP) Sobao Pasiego; Marca de Calidad Territorial Europea y Marca de Garantía Alimentos de Cantabria, entre otros.
Tras comprobar el funcionamiento del obrador y de la tienda y saludar a sus trabajadores, el presidente regional ha expresado el compromiso del Gobierno autonómico con el sector agroalimentario y, especialmente, con los productores de sobaos y quesadas pasiegas ante la difícil situación que están atravesando ante la “desorbitada” subida de los costes de producción de las materias primas que se utilizan para elaborar estos productos autóctonos.
En este sentido, ha asegurado que la Consejería va a estudiar la posibilidad de bonificar a los productores cántabros las tarifas asociadas al uso de los sellos de calidad para paliar los efectos de la presión inflacionista y ha recordado que el Ejecutivo cántabro ha movilizado este mismo año 11,5 millones de euros adicionales para ayudar a los empresarios en estos momentos de dificultad y evitar que el incremento de los costes se traslade al consumidor.
Finalmente, ha tenido palabras de reconocimiento para Casa Ibáñez, a la que se referido como una empresa pujante en el sector que ha sabido evolucionar y adaptarse a las necesidades del mercado y de los consumidores en cada momento, desde que abriera sus puertas en 1999 con un pequeño obrador en Renedo de Piélagos, para ofrecer un producto de excelente calidad, “manteniendo viva la tradición de elaborar un producto tan cántabro como el sobao pasiego”.
Se trata de una empresa que cuenta con una serie de productos, como sobaos, quesadas y galletas, que elabora bajo demanda. Los fines de semana completa su oferta con una variedad de tartas artesanales que están disponibles también para su degustación en la cafetería del establecimiento.
El consejero de Desarrollo Rural se ha pronunciado en la misma línea que el presidente al animar a los productores a mantener el nivel de calidad en sus productos y ha ratificado el reconocimiento de su departamento a los empresarios agroalimentarios que con su buen hacer afianzan el prestigio de los productos de Cantabria.
Blanco ha puesto en valor el apoyo de la Consejería a los productores agroalimentarios con distintas líneas de ayuda que en el caso de Casa Ibáñez se ha visto beneficiado este año con alrededor de 60.000 años que suma ya, en años anteriores y asciende a más de 100.000 euros para, entre otras actuaciones, trasladar su sede de Renedo de Piélagos a Puente Viesgo, donde actualmente ofrecen sus servicios desde un edificio emblemático que acoge el obrador, la tienda, un punto de degustación y un centro de interpretación.