Medio Ambiente reforzará las medidas preventivas para la lucha contra los incendios forestales

Entre las medidas a desarrollar, destaca la reforma de la estructura de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Consejería para crear un servicio técnico específico de defensa del monte y que coordinará, entre otras, las actuaciones preventivas y el operativo de extinción, además de encargarse del seguimiento del desarrollo del PEPLIF.

Una reforma que atribuirá la categoría de bombero forestal a los agentes del Medio Natural, que ya se atribuyó el año pasado a las cuadrillas forestales, y derogará el actual reglamento del Operativo, que data de 2011, con la aprobación de uno nuevo que tenga en cuenta los nuevos medios disponibles y las lecciones aprendidas en estos 11 años.

También supondrá la incorporación plena de las cuadrillas de bomberos forestales y los agentes del Medio Natural en la realización de quemas prescritas, de forma que se complementen aquellas que las entidades locales soliciten para realizar con sus propios medios, lo que supondrá que las quemas, como herramienta preventiva, en particular en las zonas de ejecución más compleja, serán una tarea del Operativo que complemente las que ya realizan las cuadrillas con sus trabajos selvícolas, desbroces y mantenimiento de infraestructuras forestales.

Así lo ha explicado hoy el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, durante una comparecencia de prensa que ha ofrecido, junto al director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, Antonio Lucio, y el subdirector de Medio Natural, Ángel Serdio, para informar sobre la situación de los incendios forestales en Cantabria, así como las actuaciones puestas en marcha esta legislatura por la Consejería y las nuevas medidas de prevención y lucha contra incendios forestales a desarrollar en 2023.

Medidas desarrolladas

El consejero ha destacado el esfuerzo realizado por su departamento durante la presente legislatura para mejorar las dotaciones de medios humanos y materiales del Operativo, logrando, entre otros compromisos, cubrir vacantes de puestos que llevaban años sin ocupar de técnicos, agentes del Medio Natural y cuadrillas de bomberos forestales, así como renovar la flota de vehículos y mejorar los sistemas de comunicación telefónica.

“Nunca Cantabria había tenido tantos medios personales y materiales para la lucha contra incendios, pero nuestra apuesta por la mejora continua nos plantea el nuevo reto de una actualización integral de nuestros medios”, ha señalado Blanco, quien ha destacado el incremento de la plantilla del Operativo, al pasar de 279 efectivos al inicio de la legislatura a los 412 actuales, lo que supone un incremento de un 41%.

El consejero ha puesto en valor el éxito que está teniendo la “pionera” orden de la Consejería que regula las quemas controladas y prescritas de Cantabria, y que desde que puso en marcha hace un año ha permitido la autorización de 6.125 quemas en terrenos rústicos, fuera de monte, y 185 quemas controladas de matorral en monte, lo que supone 1.734 hectáreas en 19 municipios de la región, entre los que se encuentran los que tienen una mayor incidencia de incendios: Luena, Arredondo, Soba, San Pedro del Romeral, Guriezo o Vega de Pas.

Además, se han habilitado, a través de cursos de jefe de quemas (26 ediciones), a 484 personas, y en lo que resta de año está previsto realizar otros 5 cursos y sumar, al menos, otras 154 personas habilitadas.

Ha indicado que la Consejería ha destinado en esta legislatura más de 1,5 millones de euros en ayudas las entidades locales propietarias de Montes de Utilidad Pública para la realización de inversiones en prevención de incendios, además de las ayudas para inversiones colectivas que a razón de 750.000 euros al año también permiten que las entidades locales realicen actuaciones de eliminación de matorral y mejora de pastos.

En los presupuestos para 2023, la Consejería ha previsto un presupuesto en materia forestal de 6,7 millones de euros, un 11,55% más que en 2022, incluyendo la financiación en materia de infraestructuras de prevención de incendios del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.

Prevención y alianzas para la lucha contra incendios

Con el fin de impulsar la prevención de incendios forestales mediante la dinamización de la gestión forestal y el desarrollo rural, el consejero ha asegurado que a lo largo del próximo año se aprobarán el nuevo Plan Forestal de Cantabria y el Plan de Movilización de los Recursos Forestales de Cantabria en un año, 2023, en el que el nuevo periodo de la Política Agraria Comunitaria (PAC) “proporcionará una oportunidad para mantener y fomentar un medio rural activo en el que convivan diferentes usos del territorio, favoreciendo los paisajes en mosaico y evitando el abandono rural que conlleva la homogeneización del paisaje y la creación de escenarios muy favorables a la existencia de grandes incendios forestales fuera de capacidad de extinción”.

En este sentido, ha destacado el esfuerzo económico de su departamento para apoyar las actuaciones de prevención de incendios que realicen los propietarios de los montes, con las ayudas anuales que la Consejería convoca para inversiones colectivas con financiación FEADER, con una cuantía media anual de 750.000 euros, que se va a incrementar para el próximo periodo de programación hasta 1,7 millones de euros por año, lo que, en opinión del consejero, “va a permitir que las entidades locales, destinatarias de estas ayudas, puedan priorizar el destino de esos fondos para realizar los desbroces”.

Además, las ayudas para la prevención de incendios forestales destinadas a las entidades locales han supuesto un total de 1.591.531 euros ya concedidos en esta legislatura, para que las entidades locales puedan eliminar matorral en aquellas zonas con mayor riesgo de incendios.

“Debemos hacer un esfuerzo, todas las partes, para que los recursos humanos, materiales y económicos disponibles se alineen con el objetivo común de prevenir los incendios”, ha subrayado Blanco, quien también se ha referido al Fondo de Mejoras de los Montes de Utilidad Pública como medida para que las entidades locales utilicen sus fondos, con un saldo total que supera los 8 millones de euros, para sumar esfuerzos en la prevención de incendios forestales, estando previsto que los primeros planes de mejoras presentados por las entidades propietarias en el año 2022 se aprueben por la Comisión Regional de Montes en el primer trimestre de 2023.

En materia de vigilancia preventiva, el consejero ha asegurado que su departamento va a seguir colaborando con la Guardia Civil y la Fiscalía de Cantabria en la prevención y en la identificación de los presuntos causantes y ha avanzado que la Consejería va a reforzar las capacidades de investigación de las causas de incendios del Operativo con la creación de grupos de investigación, integrados por agentes del Medio Natural y técnicos de la Consejería.

Una serie de medidas que se complementarán con la creación de una página web para proporcionar información veraz, rigurosa y completa a la sociedad relativa a los incendios forestales, en la que, tal y como ha explicado Blanco, “ofrecerá información actualizada de manera diaria de las situaciones de riesgo de incendios y de las prácticas que se limitan o prohíben como consecuencia del riesgo, así como información periódica de los incendios producidos, su extensión y localización, además de habilitar una fórmula de comunicación de datos de interés para la prevención de los incendios”.

Balance de incendios

Con datos provisionales hasta el 31 de octubre, el consejero ha informado que en Cantabria se han producido 840 incendios forestales, con una superficie estimada de 9.957 hectáreas quemadas, siendo 1.520 de arbolado. De total de incendios provocados, 141 se han registrado en el mes de octubre y de ellos, más de la mitad, en concreto 72, estuvieron activos en el periodo en el que estuvo activado el INFOCANT, quemando casi 2.200 hectáreas, el 22% del total del presente año hasta la fecha.

“Los datos no son buenos, evidentemente, pero no debemos perder de vista las circunstancias meteorológicas de este año y su relación con los incendios, ya que en 2022 en España se han batido todos los récords de la última década en cuanto a hectáreas quemadas, más de 240.000”, ha lamentado Blanco, quien ha advertido que en los últimos años se ha producido un incremento importante en la frecuencia de incendios de mayores dimensiones y en mayor número, con características singulares según las diferentes zonas, pero que no es exclusivo de Cantabria.

No obstante, ha querido dejar claro que, a pesar de las temperaturas elevadas, la sequía extrema o el viento sur favorecen la propagación, “el inicio del fuego está, en la inmensa mayoría de los casos, en la mano del hombre, por negligencia o por intencionalidad”.

Finalmente, ha reiterado el agradecimiento del Gobierno de Cantabria al esfuerzo y la dedicación de todos los integrantes del Operativo de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, así como a otros medios del Ejecutivo cántabro y de las entidades locales por el apoyo que prestan a la Consejería en momentos de especial riesgo o situaciones de incidencia singular como la activación del nivel 2 del INFOCANT a finales del mes pasado por la simultaneidad de incendios y la cercanía de algunos de ellos a viviendas e infraestructuras.

Un agradecimiento que ha hecho extensible a otras administraciones, como la Junta de Castilla y León; el Ministerio para la Transición Ecológica; el 43 Grupo del Ejército del Aire; la Unidad Militar de Emergencias, y la 13 Zona de la Guardia Civil en Cantabria.