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En el centro de Mazcuerras, se desarrolla “con éxito” el Plan de Dinamización del Caballo con la novedad, este año, de la participación de caballos hispano-bretones.
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha visitado las instalaciones del centro militar de cría caballar de Mazcuerras para comprobar las nuevas actividades del Plan de Dinamización y Desarrollo de la Industria del Caballo, que promueve el Gobierno de Cantabria y la Mancomunidad Reserva del Saja, en colaboración con el Ministerio de Defensa, y ha destacado la contribución de este plan estratégico al desarrollo del medio rural de la Comunidad Autónoma, la lucha contra el despoblamiento de sus territorios y la potenciación de la industria del caballo.
El consejero, acompañado por la directora general de Ganadería, Beatriz Fernández; el presidente de la Mancomunidad Reserva del Saja y alcalde de Mazcuerras, Francisco Javier Camino; el teniente coronel del Centro Militar de Cría Caballar de Mazcuerras, Eugenio Heredia, y la presidenta de la Asociación de Criadores de Ganado Equino de la Raza Hispano-Bretona (MANADAS), Carmen Ramasco, ha presenciado una demostración del programa de manejo y desbrave de caballos jóvenes, una de las actividades del Plan de Dinamización y Desarrollo de la Industria del Caballo que se desarrollan en Mazcuerras, y que este año cuenta con la novedad de que por primera vez participan caballos de la raza hispano-bretona de la región.
El consejero ha mostrado su satisfacción por la puesta en marcha de un programa que supone un valor añadido en el fomento de la cultura ecuestre en Cantabria, al emplear el conocimiento y la formación reconocida, junto a una propuesta de trabajo en beneficio, en este caso, del ganadero equino, necesitado de apoyo en difíciles momentos como los actuales.
En este sentido, ha confiado en que esta experiencia innovadora con un nicho de mercado con posibilidades de desarrollo y con beneficios para el ganadero y el caballo contribuya a potenciar la cría del caballo como instrumento de creación de empleo y de fijación de población en el territorio.
“Cantabria tiene unas potencialidades enormes para la cría caballar, tanto desde el punto de vista de la producción como desde otras facetas como el deporte”, ha subrayado Blanco, quien ha abogado por promover este tipo de actividades por su importancia para en la lucha contra el despoblamiento de las zonas rurales, generando empleo y fomentando el desarrollo sostenible de la naturaleza y la biodiversidad de la región.
También ha tenido palabras de reconocimiento para la labor que desarrolla el centro militar de cría caballar de Mazcuerras a la hora de contribuir a la mejora genética de las explotaciones existentes en Cantabria y ha puesto en valor las actividades que desarrolla el Plan de Dinamización del Caballo, entre las que ha destacado los talleres de formación que se desarrollan en las instalaciones de la yeguada militar, de herraje y de doma de potros, al tiempo que se ha mostrado partidario de impulsar este tipo de actividades para “no perder este tipo de oficios”.
Por su parte, el presidente de la Mancomunidad Reserva del Saja, ha agradecido al consejero el apoyo que presta su departamento para que este Plan se desarrolle en Cantabria, contribuyendo a dinamizar la actividad socioeconómica de Mazcuerras con una actividad que pone en valor las potencialidades de la industria del caballo en la región.
Finalmente, el teniente coronel del Centro Militar de Cría Caballar de Mazcuerras ha aprovechado para hacer un balance positivo de las actividades del Plan de Dinamización y Desarrollo de la Industria del Caballo y con las que “pretendemos, además de ofrecer a los ganaderos cántabros ejemplares que mejoren sus rebaños, poner al servicio de los ciudadanos un servicio público de gran utilidad”.
Heredia ha destacado la “notable empleabilidad y visibilidad” de las profesiones relacionadas con la actividad equina y que en Cantabria encuentra unas condiciones paisajísticas, orográficas y naturales “idóneas” para su desarrollo.
Novedades del Plan
En el marco del Plan de Dinamización y Desarrollo de la Industria del Caballo, los objetivos del programa de manejo y desbrave de caballos, que se desarrolla estos días en Mazcuerras, son preparar a los potros en la doma oportuna para la presentación en los concursos de razas equinas y realizar la oportuna promoción de cada animal para generar un valor añadido, ofreciendo la posibilidad de organizar una subasta on line o presencial.
La principal novedad del Plan de Dinamización del Caballo de Mazcuerras para este año es que en sus actividades participan caballos de raza hispano-bretona prestado por la Asociación MANADAS.
Con el fin de afrontar los futuros retos de trabajo con normalidad y comprensión absoluta, el programa busca la comprensión de los caballos y su confianza mediante técnicas de socialización y preparación a una vida compartida con los humanos y sus infraestructuras, así como la aceptación del jinete, las primeras montas, la montura y los protectores, entre otros elementos, así como el enganche a riendas largas con pesos arrastrados.
El objetivo del programa consiste en conseguir la doma básica correcta del potro, montado a los tres aires en el caso de caballo de silla (paso, trote y galope), así como el enganche a riendas largas con peso soportado en el caso del caballo de tiro.
Además, busca realizar la oportuna promoción de cada animal participante para generar un valor añadido a través de este proyecto, que se desarrolla en las instalaciones de la Yeguada Militar de Ibio, donde disponen de infraestructuras básicas para el desarrollo de esta actividad, tales como estabulamiento en paddocks individuales, boxes, corrales redondos, picadero cubierto para ejercicios de doma y manejo y pista exterior para ejercicios de enganche y arrastre.
Desbrave de caballos
Para lograr el desbrave de los caballos, el primer paso consiste en eliminar la posible hipersensibilidad que el animal sienta con el fin de ganar la confianza del caballo e una situación que está viviendo como nueva y extraña.
Una vez que el primer paso funcione de manera coordinada y el caballo se muestre tranquilo, el animal es montado sin montura, generalmente en un corral redondo, limitando sus posibles huidas y facilitando el trabajo
Finalmente, el potro es montado ensillado, de forma que poco a poco, irá acostumbrándose a la presencia del ser humano y reforzando esos vínculos tan necesarios.
Para llevar a cabo este trabajo, esencial para avanzar a los siguientes niveles de formación, el Centro cuenta con dos jinetes desbravadores, dos ayudantes en el mantenimiento y desbrave y dos mozos de cuadra.
