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Si se aceleran los actuales progresos en la lucha contra la tuberculosis y disminuyen las muertes y los casos de la enfermedad, la región de las Américas puede alcanzar la meta de poner fin a ese padecimiento durante la próxima década, indicó este domingo la Organización Panamericana de la Salud durante el Día Mundial de la Tuberculosis.
Para lograr ese objetivo, la OPS instó a implantar las medidas necesarias “para cerrar las brechas de atención” de las personas que padecen la enfermedad, garantizar el diagnóstico temprano gracias a las nuevas tecnologías disponibles, y no dejar atrás a las poblaciones más vulnerables.
Como medida adicional, solicitó una “financiación sostenible” de los programas nacionales para el combate contra la tuberculosis.
“Aunque en los últimos 15 años, la región de las Américas ha reducido los casos nuevos y las muertes por tuberculosis, sólo será posible poner fin a la enfermedad si se aceleran estos progresos”, subrayó el director del departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS, Marcos Espinal.
Durante el año 2017, la Organización Mundial de la Salud calculó que en las Américas se produjeron 282.000 nuevos casos y recaídas de la enfermedad, de los cuales el 11% correspondía a personas que vivían con VIH.
Diez países concentraron el 87% de los casos de tuberculosis, y cinco de ellos, Brasil, Colombia, Haití, México y Perú, reportaron dos tercios del total de casos y muertes.
El número de víctimas por tuberculosis en la región durante 2017 se calcula que fue de 24.000. Entre ellas, 6.000 “estaban coinfectadas con VIH”, de acuerdo a un informe de la OPS publicado en septiembre de 2018.
El lema de la campaña este 2019, “Es hora de actuar. Pon fin a la tuberculosis”, busca acelerar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados por los jefes de Estado durante la primera Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Tuberculosis, celebrada en septiembre del año pasado. Estos son:
- aumentar el acceso a la prevención y el tratamiento;
- establecer la rendición de cuentas;
- garantizar una financiación suficiente y sostenible, en particular para la investigación;
- poner fin a la estigmatización y la discriminación, y
- promover una respuesta a la TB que sea equitativa, basada en los derechos y centrada en las personas.
Cabe recordar que acabar con la tuberculosis forma parte de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y que la estrategia de la Organización Mundial de la Salud, Fin de la Tuberculosis, busca disminuir las muertes por el padecimiento en un 90%, % y la incidencia (nuevos casos anuales) en un 80% para el año 2030.
Desafíos en las Américas
Según la Organización Panamericana de la Salud, la permanencia de la tuberculosis se debe, en gran medida, a dos factores: las inequidades sociales y las económicas que perduran en la región.
Más de 50.000 personas en las Américas, casi la mitad de ellas menores de 15 años, no saben que tienen la enfermedad ni recibieron tratamiento. El uso de un nuevo método que podría contribuir a cerrar la brecha, las pruebas moleculares rápidas de diagnóstico, se limitó al 13% de los casos diagnosticados, logrando una pequeña mejoría respecto al 9% de 2016.
La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más letal del mundo. A diario mueren casi 4500 personas a causa de este padecimiento y unas 30.000 contraen esta enfermedad que es curable y prevenible.