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El crecimiento económico no basta para que la región de Asia-Pacífico logre la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible
- Más del 50% de las mujeres de la región están excluidas en la toma de decisiones críticas relacionadas con su salud, mientras los pobres no tienen acceso a la propiedad de la tierra.
- La desigualdad constituye otro de los grandes obstáculos para lo consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible es un documento que incluye los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) cuyo objetivo es poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático sin que nadie quede atrás para el 2030.
“Debemos reconocer que no estamos en camino de cumplir con las ambiciones que nos fijamos. Los datos que comienzan a emerger indican que el mundo no está encaminado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Con estas palabras, la vicesecretaria general de la ONU ha abierto el Foro de Asia y el Pacífico sobre Desarrollo Sostenible.
Es improbable que esta región, con un impresionante crecimiento económico y unos enormes avances tecnológicos, según los últimos informes, alcance tales Objetivos marcados en la Agenda 2030, que los líderes del mundo se fijaron en 2015.
En Asia y el Pacífico, el aumento de las desigualdades se ha convertido en un obstáculo importante para el avance del desarrollo sostenible.
“Los números son claros: La desigualdad de ingresos combinados de la región ha aumentado en más del 5% en las últimas dos décadas, incluso en los países más poblados de la región como son China, India e Indonesia. Como resultado, el 70% de la población vive en países donde la desigualdad ha crecido en los últimos años”.
La inequidad se extiende no solo a los ingresos sino al acceso de servicios básicos o a cuestiones como “la capacidad de resistir los contratiempos y responder a los estragos causados por el cambio climático”.
También alcanza a las mujeres: cerca de dos tercios de todas las trabajadoras se encuentran en el sector informal, con empleos inseguros y poca protección social, si es que hay alguna.
“Y mientras que la región es ahora el hogar del mayor número de multimillonarios en el mundo, millones de personas carecen de acceso a servicios fundamentales”, declaró Mohamed, que explicó como esta dinámica no sólo “erosiona el progreso social y económico”, sino que también “socava el contrato social, con consecuencias para la paz y la estabilidad”.
La degradación ambiental también está pasando factura. La pérdida promedio de productividad debido a la contaminación es aproximadamente 8 veces mayor en los países en desarrollo que en los países desarrollados de la región.
“Sé que hablo por todos nosotros cuando digo que es hora de compartir más ampliamente los beneficios del crecimiento y la globalización”, dijo la número dos de la ONU, quien indicó que “es una cuestión urgente empoderar a nuestras mujeres y niñas; aprovechar el inmenso potencial de los jóvenes para un cambio positivo e innovación; revertir la tendencia de las desigualdades; y poner a las personas y el planeta” en el centro de la agenda política.
Para lograr esa agenda, Mohamed ofreció tres recomendaciones:
- Romper los silos que restringen la acción política a través de medidas transversales. Por ejemplo, abordar el cambio climático no es solo prevenir eventos catastróficos, ya que la reducción del uso de combustibles fósiles también tiene beneficios directos e inmediatos para la salud
- Hacer coincidir las políticas con las finanzas, tanto públicas como privadas
- Involucrar a todos los sectores de la sociedad en la consecución de los objetivos comunes
Foto: La vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, interviene en la apertura del Foro de Asia y el Pacífico sobre Desarrollo Sostenible, que se celebra en Bangkok (ESCAP/Diego Montemayor)