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Según el estudio, el 21,2% de la población considera imprescindible conocer el origen de los productos que consume. Los consumidores que más desechan alimentos son el grupo de jóvenes menores de 24 años, con una diferencia de casi 15 puntos porcentuales respectos del grupo comprendido entre los 60 y los 65 años
El director general de la Industria Alimentaria, Jose Miguel Herrero, ha presentado en la Jornada “Buceando en las tendencias alimentarias de los españoles”, los resultados de un estudio sobre el comportamiento sociológico de los españoles y su vinculación con los hábitos de compra alimentarios y el estilo de vida.
Según ese estudio, el 21,2% de la población considera imprescindible conocer el origen de los productos que consume, una tendencia que ha disminuido en 1,8 puntos en relación con 2017. De esta forma, el origen y el precio son determinantes a la hora de realizar la compra de alimentos.
A este respecto, las personas favorables al etiquetado llevan hábitos de vida saludables (hacen deporte y caminan en mayor medida) y están preocupadas por su salud (se hacen una revisión médica todos los años).
El interés por la cocina y la alimentación, aumentan. Las fuentes de información son muchas y diversas. En 2018, el principal medio para informarse sobre la alimentación y nutrición son los blogs y foros (50,4%), seguidos de las redes sociales (47,1%). A cierta distancia se sitúa los nutricionistas (42%) y los médicos (38,8%).
Son también muchos los ingredientes en que los que se fijan los consumidores. Las personas suelen fundamentalmente fijarse en los azúcares, tipo de aceite o grasa, las grasas saturadas o los aditivos, especialmente quienes siguen una dieta equilibrada.
El valor del tiempo se refleja en los hábitos de cocina de la población. Así lo constata la expansión de la compra por internet en grandes almacenes, supermercados o hipermercados.
Según las conclusiones del estudio, ciertos estilos de vida favorecen no tener hábitos alimentarios ordenados en el hogar o comprar más de lo necesario, propiciando así el desperdicio alimentario. Los consumidores que más desechan alimentos son el grupo de jóvenes menores de 24 años, con una diferencia de casi 15 puntos porcentuales respectos del grupo que menos desperdicia alimentos, el grupo comprendido entre 60 y 65 años.
Este estudio de ámbito nacional, realizado a finales de 2018 con un universo de más de 8.500 residentes en España, responde a la necesidad de conocer al nuevo consumidor, más exigente y más informado, para la elaboración de estrategias. Un consumidor que aprecia el valor, la calidad y el reconocimiento que aportan los diferentes alimentos de España ( #alimentosdespaña), responsable en su consumo y que valora nuestros productos, gastronomía y diferentes estilos de vida.