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El servicio de teleasistencia domiciliaria del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) atendió el año pasado a 1.877 personas en situación de dependencia, un 29,5% más que el ejercicio anterior, consolidando la tendencia ascendente de los últimos tres años. Una cifra de usuarios repartida entre 91 de los 102 municipios de Cantabria, siendo Santander el que más beneficiarios acumuló.
Tal y como se desprende de la memoria de actividades de la empresa Servicios de TeleAsistencia, S.A., responsable de la gestión del sistema para la autonomía y atención a la dependencia de Cantabria, a lo largo de 2018 se dieron de alta 779 personas, una cifra altamente superior a la registrada en el ejercicio anterior (424) y al número de bajas (286).
En cuanto a su perfil, ocho de cada diez usuarios superan los 80 años y más de tres cuartas partes de quienes disfrutan del servicio son mujeres, que superan a los hombres en todos los tramos de edad, siendo más acusada esta proporción a partir de los 75. De hecho, el perfil mayoritario responde a mujer mayor de 84 años.
La media de edad se sitúa en 81,6 años, una cifra similar a la del año pasado, si bien se ha producido una modificación importante en la distribución por tramos de edad, ya que los mayores de 85 años se han incrementado hasta alcanzar el 71,35% del total, y el grupo de 80 a 84 años se ha reducido prácticamente a la mitad, pasando de un 20,63% (2017) a un 10,7% (2018).
Teniendo en cuenta la distribución por edades y sexo, 7,5 de cada 10 hombres superan los 80 años, y 6,5 de cada 10 tienen 85 años o más. En el caso de las mujeres, más del 84% superan los 80 años de edad y más del 73% tienen 85 o más. Además, 7 de cada 10 personas usuarias vivían acompañadas, siendo más los hombres (84%) que las mujeres (67,2%).
Respecto a los dispositivos periféricos de este servicio público gratuito de carácter permanente, 139 personas utilizaron alguno de los 124 dispositivos que había instalados en los domicilios, entre los que destacan detectores de caída, de fuego o humo, de gas y de inactividad. En concreto, 39 personas recurrieron a la teleasistencia móvil, a través de alguno de los 33 servicios activos en 2018.
Además, se gestionaron 19.832 comunicaciones entrantes a través del sistema de teleasistencia, mientras que las llamadas efectivas ascendieron a 33.611. También se realizaron un total de 1.748 visitas en el domicilio de las personas usuarias.
El servicio de teleasistencia domiciliaria consiste en un dispositivo conectado a la línea telefónica, a través del cual la persona usuaria, cuando lo necesite, sólo tiene que pulsar un colgante que le pone en contacto con el centro de atención, desde donde le atienden y movilizan los recursos necesarios.
Se trata de un servicio que promueve el entorno habitual de la persona en situación de dependencia que vive solo o pasa solo gran parte del día y de forma específica asegura una atención en situaciones de emergencia.
También pretende garantizar una atención inmediata y adecuada ante situaciones de emergencia, promocionar tranquilidad y seguridad, potenciar la autoestima y la calidad de vida, y ayudar a disminuir la sobrecarga de las personas usuarias del servicio.