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Esta cifra récord refleja el resultado de las investigaciones mediante la creación de medicamentos, sistemas de diagnóstico o dispositivos de tratamiento
La Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL), dependiente de la Consejería de Sanidad, ha tramitado 9 solicitudes de patente en 2018, el triple que en 2013 y el mayor número registrado anualmente hasta el momento, de las que 5 se han relacionado con tecnología médica y 4 con fármacos.
Una de las claves del continuo crecimiento de solicitudes de patente desde el año 2014, especialmente visible en 2018, ha sido el desarrollo de una intensa actividad innovadora impulsada por la puesta en marcha de nuevas ayudas específicas de desarrollo tecnológico e innovación entre las que destaca la convocatoria Inn-Val (Innovación Valdecilla). De hecho, las patentes constituyen un importante indicador de la actividad innovadora.
Este incremento de patentes también refleja el desarrollo práctico del conocimiento generado a través de proyectos de investigación y que se concreta en productos que llegan al mercado en beneficio de los pacientes, como medicamentos, sistemas de diagnóstico o dispositivos de tratamiento.
De las 9 solicitudes de patente de 2018, cinco se refieren a tecnología médica. Entre los dispositivos más representativos patentados se encuentra el ‘Sistema aplicable a la navegación estereotáxica de los órganos de la pelvis”, desarrollado a través de un proyecto liderado por el doctor Marcos Gómez Ruiz, cirujano de Valdecilla.
Este sistema supone el desarrollo del primer equipo de referencia en cirugía robótica para navegación estereotáxica de tejidos blandos y órganos del área pélvica o abdominal, que garantiza que cualquier punto de la anatomía del paciente en el área pélvica tenga coordenadas fijas con respecto a un dispositivo de referencia.
En el campo de la cirugía también destaca la patente denominada ‘Apósito protector de vísceras abdominales en terapia de presión negativa”, que previene la adhesión a los tejidos de los órganos internos de la pared abdominal en pacientes con cierre abdominal diferido y optimiza la capacidad de drenaje y distribución de la terapia de presión negativa. Este nuevo apósito ha sido diseñado por el doctor Federico Castillo Suescun, también cirujano de Valdecilla.
En el área de oncología radioterápica, se ha protegido un ‘Sistema y dispositivo para el posicionamiento de agujas médicas”. Este proyecto, liderado por el jefe de Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla, el doctor Pedro Prada, y realizado en colaboración con el Grupo de Ingeniería Fotónica de la Universidad de Cantabria liderado por el profesor López-Higuera, consiste en el desarrollo de una nueva rejilla para braquiterapia que permite identificar de forma automática la posición de las agujas en la rejilla y la profundidad a la que se han introducido. La braquiterapia es una técnica médica cada vez más utilizada en el tratamiento de determinados tipos de cáncer, y uno de los mayores retos para asegurar el éxito del tratamiento es la colocación de las agujas por las que se introducirá después la fuente de radiación. Esta rejilla persigue contribuir a una reducción de errores, ya que los cirujanos encargados de la inserción de las agujas pueden detectar rápidamente una inserción errónea.
Las dos patentes restantes en materia de tecnología médica están relacionadas con un ‘Cartucho, dispositivo y método para detectar, capturar, identificar y contar células tumorales circulantes’, que cuenta con la colaboración del doctor José Luis Fernández Luna; y un ‘Sistema y método para el recuento celular de una muestra sanguínea’ con la colaboración desde IDIVAL del investigador Antonio Fuente Ruiz.
Desarrollo farmacológico
En cuanto a las patentes relacionadas con nuevos desarrollos farmacológicos, destaca la patente de una ‘Nanovacuna para el tratamiento del cáncer’. Dicha nanovacuna está compuesta por un núcleo de oro al que se acoplan químicamente unas moléculas de glucosa que la dirigen hacia las células que inhiben la respuesta inmunológica, y también se acopla una toxina de una bacteria, un péptido, que dirige la nanovacuna a las células tumorales para matarlas. Este proyecto, liderado por doctora Carmen Álvarez Domínguez, investigadora de IDIVAL, se ha desarrollado gracias a la financiación del Instituto de Salud Carlos III.
Las otras tres patentes relacionadas con fármacos se refieren a un ‘Perfil de expresión génica para predecir respuesta clínica a fármacos antipsicóticos’, liderado por el doctor Benedicto Crespo Facorro;’Vacuna multivalente para el tratamiento y prevención de la tuberculosis, listeriosis y neumonía”, proyecto encabezado por la investigadora Carmen Álvarez Domínguez, que también lidera la solicitud de patente en Estados Unidos de la “Nanovacuna para el tratamiento del cáncer”.