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El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha agradecido a la compañía CLdN su contribución al crecimiento del puerto de Santander durante su intervención en el acto protocolario del bautizo del buque Laureline, que ha tenido lugar en el atraque de la estación marítima de la capital cántabra.
Revilla, que se ha dirigido personalmente al CEO de la compañía, Christian Cigrang, ha destacado que Cantabria es un buen sitio para hacer negocio y para vivir, ha elogiado el progreso del puerto de Santander, que ha crecido en el último año un 16 por ciento, y ha previsto que para que esa evolución continúe es necesario contar con un complemento de apoyo logístico y una mejora de las comunicaciones ferroviarias.
El barco Laureline, con bandera maltesa, hará escala tres veces por semana en Santander en su ruta desde Dublín (Irlanda) a Zeebrugge (Bélgica), transportando contenedores y tráfico rodado. Tiene 216 metros de eslora, 32,6 de manga y un calado de 6,8 metros. Se desplaza a una velocidad media de 19,4 nudos y en su interior cuenta con cinco kilómetros de carriles para el transporte de vehículos.
El acto del bautizo, además de la bendición de un sacerdote, ha contado con Verónica Hooybergs como madrina, que ha accionado un mecanismo para ejecutar la clásica costumbre de estrellar en su casco una botella de champagne. A la hora de las intervenciones se han dirigido a los invitados situados en el muelle, además del presidente cántabro y del CEO de CLdN, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jaime González, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual. También han estado presentes otras autoridades como el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, y el director general de Transporte, Felipe Piña.
Fuente: www.cantabria.es