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Santander- 23.05.2019
El Gobierno de Cantabria apoyará a las personas mayores que deseen permanecer en sus domicilios e impulsar un modelo de atención centrada en la persona para dar respuesta de una manera más integral y personalizada a las necesidades y expectativas de las personas, tanto en su promoción y prevención de la salud, como en su tratamiento, atención y cuidado.
Así se desprende del estudio que la Dirección General de Política Social ha encargado a la Fundación Pilares para mejorar la calidad de los servicios públicos de atención domiciliaria, el Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) y la Teleasistencia Domiciliaria (TAD), y que ha sido presentado hoy en el salón de actos de la ONCE.
El acto ha contado con la asistencia de la directora general de Política Social, Ana Isabel Méndez; directora general del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), Felisa Lois; la presidenta y fundadora de la Fundación Pilares, Pilar Rodríguez, y su vicepresidente, Gregorio Rodríguez.
Entre las mejoras que propone el estudio, destaca una mayor coordinación de los servicios municipales y autonómicos del SAD y del TAD, además de potenciar los procesos de planificación y gestión.
También propone una mayor autonomía de las personas usuarias en la toma de decisiones y que en el SAD se incorporen prestaciones de acompañamiento y apoyo personalizado; asesoramiento y formación sociosanitaria en el propio domicilio para las familias cuidadoras; empleo estable y de calidad en el sector, y una evaluación permanente en la calidad de los servicios.
La directora general de Política Social, Ana Isabel Méndez, ha abogado por facilitar y fomentar el bienestar de las personas que son atendidas en sus domicilios, así como su independencia y autonomía, con un trato personalizado centrado en la persona que se ajusta a los gustos, preferencias y personalidad de cada persona.
Tal y como ha explicado Méndez, “el crecimiento demográfico negativo, los cambios en los modos de vida, la transformación de los núcleos familiares, la incorporación efectiva e igualitaria de las mujeres en el mundo laboral y la escasa corresponsabilidad familiar en los cuidados nos ha obligado a reorganizar los sistemas de atención sanitaria y social”.
Por ello, ha defendido la importancia de avanzar en la implantación del modelo de atención centrada en la persona a los servicios de atención domiciliaria porque la sociedad demanda y exige que se aplique a las personas mayores que se encuentren en situación de fragilidad o dependencia y quieran vivir en sus propios domicilios.
Un modelo que, según ha dicho, ha de basarse en el principio de autonomía personal y la continuidad de la atención; la coordinación para una atención integrada entre niveles de servicios sociales y otros sectores; la mejora continua de la cualificación profesional de las personas trabajadoras, y situando la historia de vida de cada persona usuaria como elemento clave de la personalización del servicio.
Todo ello complementado con una serie de servicios de proximidad, de accesibilidad a la vivienda y de promoción de la autonomía personal, “ampliando la intervención para que sea más comunitaria y teniendo en cuenta la participación e inclusión social de las personas que se encuentran en situación de fragilidad y dependencia”.
La propuesta de cambio que plantea este estudio, siguiendo las directrices del nuevo modelo de atención centrada en la persona, pretende encontrar una vía de mejora de la coordinación entre la administración regional y los ayuntamientos a la hora de dar respuesta a la dualidad de los servicios de atención domiciliaria y de tele asistencia domiciliaria, así como a los diferentes tipologías de atención y el sistema de atención primaria sanitaria.
La directora general de Política Social ha recordado que el objetivo fundamental de este tipo de estudios es contribuir al logro del reconocimiento de la dignidad y desarrollo de la autonomía de la persona, así como una actuación integral e integrada en la que la prevención y rehabilitación ocupan un lugar central junto con la reorganización de los servicios y un nuevo concepto de este tipo de servicios socio sanitarios.
En este sentido, las propuestas de mejora de los profesionales del sector y que están incluidas en el estudio de la Fundación Pilares, destaca la exigencia de evitar una excesiva rotación de los profesionales, y la limitación de la competencia exclusivamente vía precios entre proveedores.
También abogan por potenciar la atención personal y un mayor apoyo a la familia cuidadora; un mayor peso de las clausulas sociales en los contratos públicos; la unificación del papel del coordinador y del gestor de fase; la coordinación entre los servicios sociales y sanitarios, así como la evaluación de resultados o calidad de vida de personas usuarias, familiares y auxiliares.
Fuente: www.cantabria.es