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Santander – 15.06.2019
Cantabria se consolida como la segunda comunidad autónoma con menor índice de siniestralidad laboral, tan solo por detrás de Madrid y por encima de la media nacional, según los datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo que han sido analizados en la reunión del Pleno de la Comisión Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo.
En ella se ha presentado la ‘Memoria Anual de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales en Cantabria’ correspondiente a 2018, cuando el número de accidentes graves, muy graves y mortales alcanzó el valor mínimo de 43, lo que supone una bajada notable respecto al año anterior.
Así, los accidentes mortales se redujeron un 33,3% y los graves un 18,6%, destacando el descenso en el número de accidentes graves y mortales producidos en los sectores de la industria y los servicios.
El pasado año hubo un total de 8 accidentes mortales en Cantabria, 4 menos que en 2017, de los que 1 fue por accidente laboral de tráfico en jornada, 3 ocasionados por patologías no traumáticas y 4 por patologías traumáticas.
El consejero de Economía, Hacienda y Empleo en funciones, Juan José Sota, ha apostado por mejorar las condiciones de trabajo como medida fundamental para disminuir el número de accidentes laborales. Sota, que estaba acompañado por Amalio Sánchez, director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), ha pedido “colaboración y trabajo en conjunto” entre la administración, los empresarios y trabajadores para reducir la accidentabilidad.
“Durante los últimos años se está produciendo un repunte de la siniestralidad con incremento de los accidentes de trabajo, circunstancia que no es exclusiva de Cantabria, sino de toda la nación, por el incremento de la actividad económica y, por tal motivo, hay que reforzar los mecanismos internos de prevención en las empresas”, ha destacado el consejero.
Al Pleno han asistido distintos representantes del Gobierno de Cantabria y de las organizaciones empresariales y sindicales.
Datos
La memoria de 2018, que se puede consultar en la página web del Instituto (www.icasst.es), organismo encargado de su elaboración, recoge la evolución de la siniestralidad laboral con datos estadísticos y su distribución por sectores económicos, evolución histórica y comparativa con el resto de las comunidades autónomas.
En ella se profundiza en los aspectos temporales según las características del trabajador (edad, antigüedad, tipo de contrato, tamaño de empresa, autónomo, etc.) y accidentes por distintas causas.
Durante 2018 se produjeron en Cantabria 5.328 accidentes con baja, 181 más que en 2017, un 3,4%. Si estos datos absolutos los comparamos con la población laboral expuesta (número de accidentes por cada 100.000 trabajadores), el índice se mantuvo en los niveles del año anterior, de 3.048 pasó a 3.064, un 0,5% de variación, mientras que en España la cifra sube hasta los 3.326.
El pasado año el número de accidentes ‘in itinere’ con baja laboral, en el desplazamiento de ir o volver al puesto de trabajo, fue de 554, de los cuales 5 fueron graves y 3 mortales. Y el número ‘in mision’, desplazamientos dentro de la jornada de trabajo, fue de 226, de los cuales 2 fueron graves y otros 2 mortales.
Para atajar este problema, se presentó en el Pleno de la Comisión Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo el proyecto ‘Circula’, dirigido a reducir y controlar los accidentes laborales de tráfico, que cada vez tienen mayor incidencia, sobre todo por sus graves consecuencias, y que ve la luz gracias a la colaboración de la Dirección General de Tráfico, la Jefatura de Cantabria y la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, a través del Instituto Cántabro e Seguridad y Salud en el Trabajo, que ha cumplido diez años desde su creación.
Y para llevar a cabo esas acciones se ha firmado un protocolo de colaboración conjunto para desarrollar proyectos de investigación de seguridad vial laboral en las empresas, planificar de seminarios e intercambiar documentación, entre otras acciones.
Fuente: www.cantabria.es