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El Consistorio ejecuta los trabajos de forma subsidiaria y repercutirá los costes a los propietarios
El Ayuntamiento de Santander ha procedido al derribo por emergencia de una edificación ubicada en el número 36 de la calle Corceño, que había sido declarada en situación de ruina, según ha informado el concejal de Fomento y Vivienda, César Díaz.
Según ha detallado, el Ayuntamiento ha llevado a cabo la demolición ante el peligro de caída de los elementos estructurales.
Tal y como ha recordado, el Consistorio declaró el pasado mes de agosto el estado de ruina inminente de esta edificación de carácter residencial, debido al mal estado generalizado de la construcción.
La resolución, ha añadido, se adoptó a la vista de los informes emitidos por los técnicos municipales, que alertaron del deterioro de la vivienda ya que la cubierta había sufrido un colapso parcial, produciéndose el hundimiento hacia el interior de la vivienda, y el resto del edificio se encontraba en situación de riesgo de derrumbe, estableciendo un plazo de siete días a la propiedad para que iniciara el derribo.
Al no ejecutarlo, el Consistorio se ha hecho cargo de los trabajos de forma subsidiaria y los gastos se repercutirán posteriormente a los propietarios.
La empresa Palomera es la encargada de ejecutar el derribo de esta vivienda unifamiliar que se encontraba deshabitada, cuyo principal uso era residencial, desarrollada en dos plantas con una superficie construida total de 340 metros cuadrados, y que según el Catastro databa de 1940.
El responsable municipal de Fomento y Vivienda ha destacado la labor que se realizan los servicios municipales para garantizar la adecuada conservación de los edificios y la seguridad, que se complementa con ayudas y bonificaciones para facilitar la conservación y mejora de los inmuebles.
Fuente: santander.es