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La alcaldesa ha transmitido un mensaje de “tranquilidad” a los ciudadanos y ha asegurado que el Ayuntamiento “seguirá trabajando” con el resto de administraciones “para dar una solución a los vecinos”
Las inundaciones del pasado mes de diciembre en el barrio Santiago el Mayor de Nueva Montaña se debieron a las excepcionales precipitaciones que se registraron en la zona, con un total de 427,2 milímetros de precipitación acumulada, cuando el valor normal es de 118,4 milímetros, es decir, cuatro veces más de lo habitual.
Así lo establece el informe técnico realizado por el Instituto de Hidraúlica (IH), encargado y financiado por el Ayuntamiento de Santander, que ha sido presentado esta mañana a responsables de la Demarcación de Costas, Dirección General de Carreteras, Autoridad Portuaria y Fundación Naturaleza y Hombre, y que por la tarde se mostrará y explicará a los vecinos.
La alcaldesa Gema Igual -acompañada de la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo-, ha transmitido un mensaje de “tranquilidad” a los ciudadanos dado que la probabilidad de que vuelva a repetirse una situación tan excepcional es ínfima, aunque ha recalcado que el Ayuntamiento “se compromete a trabajar en las soluciones” que se establecen el estudio “con la corresponsabilidad del resto de administraciones implicadas”.
“Por nuestra parte no vamos a dejar tirados a los vecinos: seguiremos apoyándoles como hicimos desde el primer momento, con todos los servicios a su disposición en la zona durante las inundaciones, construyendo el ‘caballón’ para reducir los efectos de las lluvias extremas y encargando y pagando el informe para conocer qué sucedió y qué hacer para que no vuelva a ocurrir”, ha remarcado.
En este momento, una vez conocidas las causas y las posibles soluciones –la más inmediata y ágil sería la construcción de un dique de protección- el Ayuntamiento ha dado un plazo de un mes al resto de administraciones implicadas para decidir “qué, cuándo y con qué fondos” se acometen las actuaciones establecidas en el estudio.
En este sentido, Gema Igual ha sido muy clara: “Nosotros hemos dado un paso al frente, hemos encargado y pagado el estudio –con un coste de 20.600 euros más IVA- hemos compartido el informe con todas las administraciones y ahora pedimos que cada uno asuma sus responsabilidades, realice sus deberes, y determinemos, con la colaboración de todos, cómo se financian las soluciones”.
Detalle del informe
Por su parte, el investigador del IH y responsable del proyecto, César Álvarez, ha detallado los aspectos más destacados del estudio, donde se analizan desde las circunstancias excepcionales que provocaron las inundaciones hasta las consecuencias del cambio climático en una zona ubicada bajo el nivel del mar.
De esta forma, ha apuntado que en el sistema lagunar en el que está ubicado el barrio Santiago el Mayor se combinan tres mecanismos que, juntos, contribuyen a mitigar las inundaciones originadas por las precipitaciones intensas: La infiltración del agua de lluvia en el terreno; el almacenamiento de la escorrentía en la laguna, que lleva asociado un incremento en los niveles de la misma (fenómeno denominado regulación o laminación); y la capacidad de circulación de los caudales de escorrentía hacia aguas abajo.
La prevalencia de cada uno de estos fenómenos en el balance hídrico final al paso de una crecida está condicionado por las características del terreno (su capacidad de infiltración); por la cantidad de agua recibida por el sistema (dependiente de la lluvia, del área de la cuenca y del área de la propia zona lagunar); por el volumen de retención disponible en la laguna (función de su superficie y de la topografía del terreno en su periferia) y por la capacidad hidráulica de los cauces o canalizaciones existentes aguas abajo.
En el caso de la ría de Raos y su entorno, todas estas variables están sometidas a diferentes condicionantes, todos ellos fruto del desarrollo urbano en su entorno. Entre ellos destacan: El tamaño de la cuenca vertiente a la ría y su creciente grado de impermeabilización; la limitación de la capacidad de laminación (almacenamiento de escorrentías) natural del sistema debido a la presencia de áreas urbanas en zonas bajas; la regulación de la salida de la laguna mediante sistemas artificiales formados por canales, tuberías y compuertas; y la existencia de unos niveles de marea en el exterior de la ría que superan en muchos casos las cotas de las zonas a proteger y limitan la capacidad de evacuación de los caudales de escorrentía hacia el mar.
Precipitaciones extremas
Cuando sucedieron las inundaciones, entre el 8 diciembre de 2020 y 3 de enero de 2021, a los condicionantes anteriores se unió la propia naturaleza extrema de los eventos de precipitación, que se produjeron en las fechas mencionadas y en los días previos. “Solamente en los primeros 10 días de diciembre se registraron 246,5 mm, el doble de la precipitación media acumulada en ese mes”, ha evidenciado Álvarez.
También ha precisado que, a esta circunstancia excepcional, se sumó la existencia de obstrucciones de diferente naturaleza en las obras de desagüe del sistema lagunar: por un lado, la presencia de una especie invasora, que crea costras de tubos calcáreos; y por otro, una estructura que soporta la tubería de Nueva Montaña, una viga de gran canto ubicada transversalmente al flujo.
No obstante, y tal y como asegura el informe, “la causa fundamental de la inundación de Santiago el Mayor fue la intensidad y la persistencia extraordinaria de la lluvia, y aunque no existiera ningún tipo de obstrucción parcial de los elementos del desagüe del sistema lagunar, el resultado hubiese sido similar”, ha aclarado Álvarez.
A pesar de ello, el IH ha establecido que, como las previsiones de cambio climático apuntan a un aumento del nivel del mar que va a reducir en un 21,5% la capacidad de desagüe de la ría ante unas precipitaciones intensas y, para evitar que, en un futuro, vuelva a inundarse el barrio, es necesario articular algunas actuaciones. En concreto, se proponen cuatro: la construcción de una tubería de desagüe a través del nuevo relleno del puerto; la limpieza de salidas y eliminación de obstrucciones; la recuperación de espacios de marisma; y la realización de un dique de protección en el barrio Santiago el Mayor.
Esta última actuación, según el IH, es la más efectiva y rápida administrativamente para evitar las inundaciones, construyendo una estructura de protección perimetral que proteja el barrio del desbordamiento de la ría de Raos.
Fuente: santander.es