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Circula un video por todas las redes sociales donde se ve a varias personas grabando al presidente Revilla y reprochándole que se encontraba comiendo en el interior de un restaurante santanderino.
No sabemos si existen más imágenes o videos donde fehacientemente se le pueda ver sentado en la mesa, y que esa mesa realmente incumpla la normativa sanitaria vigente, pero nos preguntamos si todos somos tan estrictos con las normas, no solo sanitarias, sino de cualquier tipo.
No queremos entrar en si es verdad o es media verdad o es mentira, no queremos entrar en si Miguel Ángel Revilla actuó bien mal o regular, no queremos entrar si el restaurante permitió el acceso a un lugar que no se debiera permitir o si la mesa de la comida cumple con la normativa; pero sí queremos mirarnos al ombligo.
Cierto es que estamos viviendo una situación muy triste y lamentable donde miles de familias lo están pasando muy mal, muchos negocios se han visto obligados a cerrar y muchos puestos de trabajos se han perdido por este coronavirus, pero cierto es que la primera responsabilidad la tendríamos que ejercer nosotros de forma particular y consecuente.
Nos preguntamos qué hubiera ocurrido si cada persona hubiéramos actuado con responsabilidad y sentido común, si nuestro comportamiento se hubiera limitado a actuar respetando escrupulosamente las medidas sanitarias, sobre todo con el uso de las mascarillas.
Mascarilla, bien puesta y solo quitárnosla para beber y comer, ojo se bebe y se vuelve a colocar, se come y se vuelve a colocar y solo prescindir de ella en nuestro entorno privado. No sirve llevarla de babero, dejar la nariz por fuera, llegar al local de hostelería y tenerla quitada todo el tiempo etc.., situaciones que se ven diariamente.
¿Cuántas vidas se hubieran salvado, cuantos contagios evitados y cuantas pérdidas de empleo no se habrían producido?
Vamos a seguir mirándonos al ombligo y ser honestos con nosotros mismos: ¿si llegamos a un restaurante y nos dan una buena mesa le preguntamos al hostelero si cumple todas las normas sanitarias?
Lo que queremos decir, es que hoy en día le pedimos a los políticos comportamientos que nosotros algunas veces no tenemos; también sacamos nuestras conclusiones y lo que es peor sentenciamos con indicios o con “es que me han dicho que a el le dijeron que”…, sinceramente, entre lo blanco y lo negro existen muchos matices
Dicho lo anterior, le pedimos a Miguel Ángel Revilla, aún conociendo los compromisos que nuestros representantes tienen, inherentes a su cargo y cumpliendo con sus obligaciones, y a cualquier otra persona, que respetemos las medidas sanitarias, que nos cuidemos nosotros los primeros pues es la mejor manera de que no contagiemos a nuestros seres mas cercanos y podamos visitar los establecimientos comerciales del tipo que sea. Los hosteleros no tienen la culpa de nuestro mal comportamiento y nosotros, solo nosotros, somos responsables de nuestros actos.
Las polémicas están bien para los programas de cotilleo. A nuestros políticos les debemos exigir dedicación, gestión, y honradez, cosas que durante dos décadas ha demostrado tener nuestro presidente y no debemos olvidar que un político también es humano, es persona, y como tal, algunas veces se puede equivocar o nosotros malinterpretar algunas situaciones.