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Los impuestos verdes o fiscalidad verde tienen como objetivo principal “desincentivar conductas negativas para el medio ambiente”, más allá de su carácter recaudatorio, y favorecer así la transición a una sociedad más ecológica, de acuerdo a Pilar Paneque, subsecretaria de Hacienda.
Paneque ha participado junto a María Sánchez, consejera de Economía y Hacienda de Cantabria, en la inauguración del curso Sistema Fiscal y Transición Ecológica, enmarcado en la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que tiene como objetivo analizar el papel del sistema fiscal en el proceso de transición a una sociedad verde.
La subsecretaria, epidemióloga de formación, ha asegurado que la necesidad de este tipo de impuestos está plenamente justificada, asegurando que la aparición del coronavirus es consecuencia de la degradación medioambiental. “El cambio climático está condicionando la aparición de patologías”, ha apuntado la experta.
Por ello, Paneque ha considerado que “se requieren medidas contundentes” para que la situación mundial no vaya a peor y ha asegurado que los impuestos verdes son una gran herramienta para “desincentivar conductas negativas para el medio ambiente”, señalando que “las políticas europeas van en esta dirección”, para lograr el objetivo de la neutralidad de emisiones en 2050.
Una reforma necesaria
Por su parte, Sánchez ha llamado a la necesidad de transformar el sistema fiscal en su conjunto, alertando de que España “está muy lejos de Europa en imposición de impuestos medioambientales”, por lo que ha considerado que el país “tiene mucho margen de mejora en este ámbito”.
“Actualmente, somos el tercer país de la Unión Europea con menores ingresos por imposición medioambiental sobre el PIB”, ha señalado, añadiendo que este tipo de impuestos son “instrumentos clave para construir una economía sostenible”.
La transformación debe ir acompañada, en opinión de la consejera, de un sistema fiscal más eficiente “para sostener el estado del bienestar”, y ha alertado del mal papel de España en términos de eficacia fiscal respecto a sus socios europeos.
“España es uno de los países desarrollados con menos recaudación en porcentaje del PIB, con un 39,2 % mientras que la media de la zona euro se sitúa en el 46,4 %”, ha alertado Sánchez.
“Somos el séptimo país con menores ingresos tributarios de la Unión Europea”, ha indicado la consejera, quien también ha señalado que el porcentaje de gasto público también está cinco puntos por debajo del estándar comunitario.
Estos datos contrastan, tal y como ha opinado, con el hecho de que los tipos impositivos son “de los más altos de Europa”. “Esto se debe a la cantidad de bonificaciones, exenciones y deducciones impositivas que contempla nuestro sistema fiscal”, ha indicado Sánchez.
Por ello, la consejera ha abogado por una reforma que “recorte y simplifique la maraña de deducciones que merman el tipo impositivo real” así como la revisión de los casos “en los que se aplican los tipos reducidos”.