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Santander 13 de julio.
Podemos Cantabria insiste, en el 20 aniversario del “Parque de las Estelas”, en su propuesta, que ya ha llevado al Parlamento de Cantabria, de reclamar la titularidad pública de las Estelas de Barros. Este símbolo de Cantabria fue inmatriculado por la Iglesia durante el Gobierno de José María Aznar, situación que desde Podemos buscan “revertir”.
Elsa de Miguel, Secretaria de Cultura de Podemos Cantabria, afirma que “las Estelas de Barros son las únicas que no se encuentran bajo la protección de un lugar adecuado, de sus conservadores, de las condiciones correctas de humedad y temperatura, y están bajo el control absoluto del Obispado, de la Iglesia, siendo esta institución la que decide el horario, el régimen de visitas y obtiene un beneficio económico por ello. Además, desde el 2013 solo se pueden ver desde un par de huecos exteriores ya que el recinto esta siempre cerrado”. Cree que “es vergonzoso que el obispado tenga en estas condiciones algo que pertenece al pueblo”.
Considera que su situación actual en “un recinto de hormigón semi abandonado, sin iluminación, sin condiciones ambientales, sin cuidar la humedad, el estado de conservación, la preservación y la difusión, no es digna para las mayores representantes de los emblemas del pueblo cántabro”. Subraya que, si son únicas para “nuestro pasado y nuestra idiosincrasia como cántabros”, es “una injusticia que nos sean arrebatadas por la Iglesia sin el menor sonrojo”.
Luis del Piñal, coordinador de la formación morada, subraya que “el lugar de estas estelas es un lugar acondicionado, donde no esté entrando agua constantemente” y teme que “se puedan repetir actos vandálicos que ya han sucedido con anterioridad”, algo que sería “un atentado cultural irreparable”.
En todo el norte de España existen estelas, pero lo que hace diferentes y únicas a las cántabras son sus grandes dimensiones, con un diámetro entre 1,20 y 2,50 metros. La decoración varía; hay bajorrelieves, motivos geométricos, círculos concéntricos, cenefas, e incluso figuras humanas. Y también ha variado el estado de conservación en el que se han encontrado: partidas a la mitad, cubriendo una fachada como un material de mampostería, enterradas, fragmentadas, cubiertas de musgo y vegetación.
