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Gema Igual ha presidido el emotivo homenaje que el Ayuntamiento ha brindado a sus propietarios María Amparo Sánchez y José Antonio Penagos, que regentaron la atracción durante 43 años
La alcaldesa Gema Igual ha destacado la aportación del tiovivo de Pombo a generar ilusión en varias generaciones de santanderinos, todas aquellas que han disfrutado de este carrusel con 140 años de historia y que ha estado 45 ubicado en esta icónica plaza santanderina.
La regidora ha presidido el emotivo y sencillo homenaje que el Ayuntamiento de Santander ha brindado a sus propietarios María Amparo Sánchez y José Antonio Penagos, que regentaron la atracción durante 43 años.
Durante el acto, en el que ha estado acompañada por la concejala de Turismo, Miriam Díaz, Igual ha agradecido el cariño y el mimo con el que han cuidado este tiovivo José Antonio y Amparo, restaurando a mano, con la ayuda de un amigo, los 24 caballitos, dos carros, seis bicicletas y otros tantos cerditos y cebras de los que estaba formado.
“El carrusel de Pombo nos ha transmitido sensaciones de libertad y alegría, ha sido una pieza de arte en movimiento y un lugar donde la imaginación se disparaba. Era un universo propio bañado de nostalgia y de sueños”, ha subrayado.
Ha hecho hincapié en que el tiovivo, los niños y las familias arremolinadas a su alrededor son parte de la historia de Santander, del paisaje urbano de la plaza de Pombo, y de tantas y tantas emociones. “Desde el Ayuntamiento de Santander teníamos que reconocer el trabajo que han desarrollado en este carrusel tan especial esta pareja de santanderinos que ha entregado su vida a la diversión de los más pequeños”, ha remarcado.
Tras este emocionado discurso, la alcaldesa ha entregado a María Amparo Sánchez y José Antonio Penagos un carrusel en miniatura, que es una réplica del original con las figuras hechas a mano y los detalles que tenía cada una de ellas y que ha sido elaborado artesanalmente por Elephant Crafts, una empresa de la ciudad que ha cuidado todos los aspectos con mucho mimo.
“Muchísimas gracias a los dos por habernos hecho más feliz nuestra infancia y la de nuestros hijos; por esos pequeños instantes de diversión; por esos momentos únicos de alegría; por esas esperas ansiosas; por esas miradas ávidas para conseguir nuestro caballo favorito; por tantos recuerdos y tantas emociones intangibles que sin duda han enriquecido nuestras vidas y las atesoramos con mucho cariño”, ha destacado.
Previamente al acto, que se ha desarrollado con todas las medidas de seguridad, se ha celebrado un taller infantil en el que los niños han pintado con témperas sólidas el famoso carrusel sobre papeles continuos de 5 metros cada uno que ha servido de mural para rodear el templete de la plaza.