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La Consejería de Desarrollo Rural desarrolla un proyecto piloto para actuar en plantaciones, jardines privados y huertos de autoconsumo de la región.
Santander – 23.09.2021
La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha comenzado a realizar este verano una serie de sueltas experimentales del parasitoide Tamarixia dryi con el fin de frenar la expansión de la Psila Africana de los Cítricos (Trioza erytreae), un insecto chupador de origen subsahariano que afecta a limoneros, naranjos, mandarinos y otros cítricos.
El proyecto experimental, impulsado por la sección de Producción y Sanidad Vegetal del servicio de Agricultura y Diversificación Rural del Gobierno de Cantabria, consiste en la suelta experimental de este parasitoide con el fin de conocer su adaptabilidad a las condiciones agroclimáticas de las zonas afectadas por la psila africana en Cantabria, comprobar su efectividad a la hora de controlar la expansión de esta especie invasora y determinar la posible afección a otras especies de psílidos no objetivos.
Para ello, el Gobierno de Cantabria ha recibido más de un millar de ejemplares del parasitoide, procedentes de un vivero de Galicia, que se han distribuido en 14 sueltas realizadas este verano en plantaciones, jardines privados y huertos de autoconsumo de Pesues, Cóbreces, Novales, Castro Urdiales, Cerdigo y Limpias.
La intención de la Consejería de Desarrollo Rural es seguir soltando ejemplares de este parasitoide en aquellas zonas en las que se detecte la presencia de la Psila Africana en los próximos meses, así como los oportunos trabajos de seguimiento periódicos para evaluar el grado de parasitación alcanzado.
Así, en la jornada de hoy se han soltado más de un millar de ejemplares en los municipios de Polanco, Novales, Suances, Cartes y Ruiloba, y el consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, ha asistido a la suelta que ha tenido lugar en Polanco, junto a su alcaldesa, Rosa Díaz, y ambos han comprobado in situ la “magnífica” labor que están realizando los técnicos del Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA), dependiente de la Consejería, para llevar a cabo un proyecto de investigación “muy importante” para combatir la expansión de este insecto en Cantabria.
También han coincidido en agradecer la colaboración de los vecinos para que los técnicos de la Consejería puedan utilizar sus fincas y propiedades como “bancos de prueba” para llevar a cabo unas investigaciones que han confiado resulten exitosas en el empeño de la Consejería de luchar contra la expansión de la Psila Africana en Cantabria.
Tal y como ha explicado Blanco, el resultado de los estudios que se están realizando servirá para determinar la conveniencia o no de realizar sueltas masivas de este parasitoide, que cuenta con la autorización como organismo de control biológico (OCB).
El uso de este parasitoide se justifica, según ha dicho, por su alta especificidad, su reducido impacto ambiental y la imposibilidad de controlar la expansión de este insecto por medio de tratamientos fitosanitarios, al localizarse mayoritariamente en huertos y jardines privados, en los que el acceso no siempre es posible y resulta difícil llevar a cabo una acción integral y coordinada.
Una vez realizada la suelta, el proyecto incluye la comprobación del grado de parasitación alcanzado; la evolución del grado de expansión del parasitoide en el territorio; la evaluación de la eficiencia del control de la psila africana, y el estudio de la posible afección del parasitoide a otros psílidos presentes.
Presencia de la Psila Africana en Cantabria
El Servicio de Agricultura y Diversificación Rural, dependiente de la Dirección General de Desarrollo Rural, está llevando a cabo este proyecto de control y seguimiento de la psila africana después de confirmar el año pasado un primer brote de esta especie en la localidad de Mogro, en el término municipal de Miengo, y la posterior expansión de la especie por la zona costera de la región.
Detectado en las Islas Canarias en 2002 y en Galicia y en el norte de Portugal en 2014, se trata de una plaga en cuarentena regulada en la Unión Europea que representa un importante vector de la bacteria que causa el Huanglongbing (HLB) o enverdecimiento de los cítricos (Greening).
Detectado en las Islas Canarias en 2002 y en Galicia y en el norte de Portugal en 2014, se trata de una plaga en cuarentena regulada en la Unión Europea que representa un importante vector de la bacteria que causa el Huanglongbing (HLB) o enverdecimiento de los cítricos (Greening).
Con el fin de poder frenar la expansión de este insecto y lograr erradicar su presencia en Cantabria, la Consejería lleva a cabo inspecciones en las zonas afectadas y sus alrededores para delimitar su extensión.
Para ello, la Dirección General de Desarrollo Rural ha solicitado la colaboración ciudadana para que den aviso a la sección de Producción y Sanidad Vegetal de la Consejería ante la sospecha de la presencia de la plaga.
También reclaman predisposición ciudadana a la hora de facilitar el acceso de los inspectores a los huertos y jardines privados por ser los lugares en los que mayoritariamente se localizan las diferentes variedades de cítricos que existen en Cantabria.
La Consejería pone a disposición de los ciudadanos un número de contacto (942 207 807) y una dirección de correo electrónico (sanidadvegetalcantabria@cantabria.es) para poder contactar con los técnicos de la sección de Producción y Sanidad Vegetal, recomendándose el uso del correo electrónico para facilitar el estudio de la información.
La Consejería advierte de que se trata de un insecto capaz de propagar la bacteria causante del enverdecimiento de los cítricos mediante la dispersión de forma natural por su propio vuelo hasta una distancia de 1,5 kilómetros que puede incrementarse con vientos dominantes.
También mediante el tránsito de material vegetal infectado procedente de zonas con presencia del organismo, que puede llevar huevos o ninfas a larga distancia.
¿Qué es la Psila Africana?
Se trata de un insecto de color verdosa que más tarde evoluciona a castaño oscuro y mide unos 4 milímetros de longitud. Dispone de largas alas transparentes y venas muy marcadas. Son grandes voladores y saltan si se les molesta. Sus huevos son alargados, de color amarillo-naranja con un extremo más agudo.
Se localizan principalmente en los márgenes y nervio central de las hojas, aunque también pueden distribuirse por toda ella si las condiciones de humedad lo permiten.
Sus ninfas son planas y ovaladas, de color amarillo que torna a verde oliva y gris oscuro. Originan secreciones céreas y son muy poco móviles. Cuando emergen, se fijan en el envés formando colonias, donde después de alimentarse durante días se producen agallas que se proyectan en el haz.
Medidas preventivas
Las medidas preventivas establecidas por el Gobierno de Cantabria ante la presencia de esta especie en la región han consistido en extremar las precauciones en el comercio y transporte del material vegetal sensible y el movimiento de cualquier tipo de producto vegetal procedente de zonas con presencia del insecto, ya que puede adherirse a él.
Además, todo el material vegetal de la familia de las rutáceas deberá ir acompañado de pasaporte fitosanitario; limitar o impedir el tránsito de vegetales sensibles sin control, y vigilar los cítricos y las especies sensibles, especialmente durante los periodos de brotación.
También el empleo de tratamiento químico con productos autorizados para el control de los vectores tan pronto se localice su presencia; instalar trampas adhesivas amarillas para la captura de ejemplares adultos, y comunicar a las autoridades competentes la sospecha de la presencia de esta plaga en Cantabria.