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La obra de Ian Hugo llega al Centro Cultural Doctor Madrazo

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· Cineinfinito ha organizado tres proyecciones para este viernes

El viernes 25 de febrero, a las 18:30 horas, el Centro Cultural Doctor Madrazo acoge una nueva sesión del ciclo “Terra ignota. Nuevos caminos” organizado por la asociación Cineinfinito. En esta ocasión el programa estará dedicado a Ian Hugo.

Se proyectarán tres piezas audiovisuales de mediados de los años 50 del pasado siglo:

Ai-Ye (1950), 24 min.

Bells of Atlantis (1952-53), 10 min.

Jazz of Lights (1954), 16 min.

Hugh Parker Guiler (15 de febrero de 1898 – 7 de enero de 1985), también conocido como Ian Hugo, fue el marido de Anaïs Nin desde 1923 hasta la muerte de ella en 1977, y también un cualificado grabador y cineasta por derecho propio. Nació en Boston (Massachusetts), vivió de niño en Puerto Rico, estudió en Escocia y se graduó en la Universidad de Columbia, donde estudió Economía y Literatura.

Trabajaba en el National City Bank cuando conoció a Anaïs Nin. Se casaron en marzo de 1923. En 1924 se trasladaron a París, y allí Nin escribió la parte más conocida de su famoso diario. En 1939, poco antes de la Segunda Guerra Mundial, Parker y Nin volvieron a Nueva York. En 1940 él empezó a hacer grabados y aguafuertes, estudiando con Stanley William Hayter del Atelier 17 de París, y creando imágenes surrealistas que a veces acompañaron a los libros de Nin.

Recibió consejo e instrucción sobre cine de Alexander Hammid, que le dijo a Guiler: “Usa la cámara tú mismo, comete tus propios errores, crea tu propio estilo”. Adoptó el nombre de Ian Hugo en los años 40, cuando empezó a hacer películas experimentales, algunas con Nin como protagonista. La película Bells of Atlantis (1952) incorpora una banda sonara de música electrónica compuesta por Louis y Bebe Barron, y está protagonizada por Nin como una mítica reina de la Atlántida. En Jazz of Lights (1954), que también incluye una partitura de los Barron, las luces urbanas de Times Square se convierten, en palabras de Nin, en “un flujo efímero de sensaciones”.

Hugo pasó las dos últimas décadas de su vida en Nueva York, dictando sus memorias y continuando con sus grabados y películas.

Fuente: www.santander.es