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Gema Igual ha visitado los centros educativos Magallanes, María Reina Inmaculada y Los Salesianos, donde estudió Hierro, para hacer una lectura de poemas en homenaje al autor
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, y los escolares de los centros educativos Magallanes, María Reina Inmaculada y Los Salesianos han protagonizado hoy un emotivo y sentido homenaje a José Hierro, de quien se cumplió ayer el centenario de su nacimiento.
La regidora, acompañada de la concejala de Educación, Noemí Méndez, ha visitado los tres centros para poner en valor la figura del poeta a través de la lectura de sus poemas, poemas incluidos en dípticos elaborados por el Ayuntamiento y que servirán, además, para que los escolares trabajen sobre la obra del autor.
En concreto, en el colegio Magallanes todo el colegio ha recibido a la regidora y a la edil; en el María Reina Inmaculada el coro del centro ha cantado y dedicado una canción y los alumnos han hecho dibujos; y en los Salesianos alrededor de 300 alumnos de todos los ciclos han generado un acto conmemorativo junto con la alcaldesa.
En total, se han distribuido 20.000 dípticos en los casi 60 centros escolares de Educación Primaria y Secundaria de Santander.
Tal y como ha detallado, se trata de unos atractivos dípticos con marca páginas que contienen una breve cronología con una sencilla actividad adaptada a los ciclos educativos, incluyendo para los más mayores un certamen de Poetry Slam para fomentar su creatividad.
La portada es un dibujo del propio José Hierro y los dípticos incluyen además una cronología biográfica del poeta, una pequeña ficha didáctica adaptada a la edad; un poema del autor (para el primer ciclo de primaria, segundo ciclo y para secundaria); y el marcapáginas. Y la actividad consiste en que los alumnos lean la cronología de la vida y posteriormente el poema de la ficha.
“De esta forma tan bonita y original conseguimos que los niños se interesen por José Hierro y recuerden la importancia de su figura y la huella que ha dejado en la historia de la ciudad”, ha destacado.
Durante la celebración, que ha terminado en Los Salesianos – centro en el que Hierro realizó sus estudios- Igual ha señalado que este año se van a desarrollar numerosos actos con motivo del centenario de su nacimiento de los que se dará información mañana ya que la regidora viaja a Madrid a la presentación del programa, pero ha asegurado que el Ayuntamiento de Santander no quería dejar pasar la oportunidad de festejar con los alumnos esta efeméride.
La alcaldesa ha recordado que fue precisamente en el colegio Salesianos donde recibió clases el poeta en el año 1928 y que fue allí donde compartió sus primeras experiencias de niño, cuando comenzó a interesarse por la lectura, enfrascándose en las aventuras de Peter Pan, primero, y luego adentrándose en las obras de Dickens y Juan Ramón Jiménez.
Su afición por la escritura fue precoz y su talento innato, porque con tan solo 12 años, en 1934, consiguió su primer premio literario por un cuento en el Ateneo de Santander.
Finalmente, ha recordado que el año pasado el Ayuntamiento colocó una placa en la calle Cádiz de Santander donde vivió el poeta, un acto en el que participó su hija Marián, a quién ha querido agradecer todo el apoyo y toda la colaboración prestada en todas las iniciativas que se llevan a cabo desde el Consistorio para poner en valor la indiscutible figura de su padre.
Biografía de José Hierro
José Hierro nació en Madrid en 1922, pero a los dos años se trasladó a Santander.
Estudió sus primeros años en el colegio de los Salesianos y después se formó en la Escuela de Minas donde, en contra de la voluntad familiar, estudio peritaje eléctrico-mecánico, pero no pudo terminar los estudios por el inicio de la Guerra Civil Española.
Con 13 años descubrió a Gerardo Diego con la obra ‘Versos humanos’, uno de los poetas que más le influyó en esa poesía poderosamente evocativa e íntima con la que siempre deleita.
Entre 1936 y 1937 –cuando tenía 14 o 15 años- aparecieron publicados sus primeros poemas en un periódico de Gijón y en el Romancero General de la guerra de España y vivió la guerra en Santander con su familia.
Trabajó en Santander de los 25 a los 30 años empeñando diversos oficios: obrero en unos talleres metalúrgicos y redactor jefe de las revistas de la Cámara de Comercio de Santander y de la Cámara Agraria, titulada esta última Tierras del Norte.
A los 30 años ya se trasladó a vivir a Madrid y empezó a trabajar en Editora Nacional, primero como oficinista, luego como encargado de ediciones, diseñando las cubiertas de los libros y corrigiendo las pruebas de edición.
A los 59 años recibió el Premio Príncipe de Asturias, a los 68 –dos años después de jubilarse en Radio Nacional- el Premio Nacional de las Letras; a los 73 el IV Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y es nombrado Doctor Honoris Causa por la UIMP de Santander; y a los 76 el Premio Cervantes.
A los 77 es elegido académico de la Real Academia de la Lengua, cargo que no llegó a ocupar porque murió antes de leer su discurso de ingreso; a los 78 años se le concede el premio Miguel Hernández y a los 80, unos meses antes de fallecer, es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Turín.
La ciudad le rindió un homenaje el 25 de abril de 2008 colocando un busto suyo en el Paseo Marítimo, junto a Puertochico, inspirado en los versos de uno de sus poemas sobre la bahía: “Si muero, que me pongan desnudo, desnudo junto al mar. Serán las aguas grises mi escudo y no habrá que luchar”.