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La alcaldesa ha visitado la zona tras la finalización de las obras de renovación que suponen un nuevo avance en la transformación del barrio de Castilla-Hermida con la prolongación y ampliación del paseo marítimo
Santander ha ‘estrenado’ hoy una nueva calle. Tras la finalización de las obras de renovación urbana, Antonio López luce totalmente transformada. Así lo ha podido comprobar la alcaldesa, Gema Igual, durante una visita a la zona, unos trabajos que han supuesto “un nuevo avance en la transformación del barrio de Castilla-Hermida con la prolongación y ampliación del paseo marítimo”.
Acompañada del concejal de Fomento, César Díaz, de la concejala Lorena Gutiérrez, y de miembros de las asociaciones Miralpuerto, Antonio López, Los Arenales y Barrio Pesquero, Igual ha calificado de “importantísima” esta obra para la ciudad porque ha transformado por completo la zona, una de las principales que están determinando el proceso de renovación urbana de Santander y que van a marcar su futuro como ciudad.
“La transformación de Antonio López va a revalorizar toda esta zona de Santander, sus viviendas, negocios y las importantes dotaciones con las que cuenta, y va a dar continuidad al paseo marítimo hasta llegar al Barrio Pesquero”, ha destacado Igual, y ha puesto en valor este proyecto, que ha ejecutado SIEC y ha supuesto una inversión municipal de 1,5 millones.
“Su desarrollo no solo supone ganar espacios para el uso ciudadano, sino que está sirviendo como motor de generación de actividad económica y de empleo”, ha señalado.
La alcaldesa ha recordado que esta actuación forma parte de la colaboración existente entre Ayuntamiento y Autoridad Portuaria en cuanto a la integración Puerto-Ciudad del frente marítimo de Santander.
Se ha felicitado por ello y ha hecho hincapié en que los nuevos terrenos liberados han conseguido que la calle, -que tenía una anchura de 14 metros-, gane 8,5 metros más hasta situarse en los 22,5 metros, una superficie que se añade a la acera que discurre junto a los edificios para conseguir un gran paseo peatonal en el que se han incorporado zonas estanciales, áreas verdes y nuevo arbolado.
También se ha ampliado la anchura del carril bici que, en su tramo final, se separa del parque infantil, tal y como propusieron los vecinos, evitando así las interferencias entre ciclistas y usuarios que se producen actualmente junto a este parque. Asimismo, se ha aprovechado para prolongarlo hasta el acceso a la Biblioteca Central y facilitar el desplazamiento en bicicleta hasta este equipamiento.
El nuevo Antonio López
La actuación ha incluido la pacificación del tráfico mediante zonas adoquinadas, la mejora de la seguridad urbana al alejar los tráficos de vehículos y bicicletas de las salidas de los edificios, así como la mejora de la calidad urbanística de los espacios peatonales, incrementando la anchura de las aceras.
Se ha desplazado el tráfico de bicicletas y vehículos hacia el sur, lo que ha permitido ampliar las aceras y mejorar la seguridad vial, al distanciar y proteger a los peatones del tráfico de forma que la calle es totalmente accesible.
Las obras han permitido prolongar el carril bici hasta el acceso a la Biblioteca Central y aumentar su anchura. En su tramo final, se ha separado del parque infantil, como propusieron los propios vecinos, para evitar las interferencias entre ciclistas y usuarios junto al parque.
En el primer tramo de la calle, -frente al nuevo centro cívico Tabacalera-, y en el extremo final (el más cercano a la calle Ruiz Zorrilla), el vial se ha colocado al nivel de la acera, de manera que el peatón tiene prioridad al convertirse en zonas semipeatonales.
Se conservan los vados existentes y se mantienen las 61 plazas de aparcamiento para residentes en la zona frontal del vial, con dos de ellas reservadas para personas con movilidad reducida.
El proyecto se ha completado con nuevas zonas verdes y un centenar de árboles, frente a los 32 existentes anteriormente, que han sido trasplantados a otros puntos del municipio.
Esta actuación es fruto del convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento y el Puerto, y posible gracias a que en su momento Iñigo de la Serna, al frente del Ministerio de Fomento, dotó al Puerto -mediante el Fondo de Compensación Portuaria- de un millón de euros para que pudiesen trasladar los talleres que ocupaban los tinglados a otra zona.