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Anna Terrón i Cusí, directora de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), asegura que la cooperación internacional es necesaria para afrontar los retos mundiales como el trato al planeta o el cambio climático.
“Solo nos irá bien si nos va bien a todos. El ejemplo es la vacuna, que demuestra que solo habrá normalidad cuando haya un nivel alto de vacunación en todo el mundo”, asegura.
La presidenta de la FIIAPP participa como ponente en el encuentro Las tres transiciones: digital, ecológica y socioeconómica. Visiones desde la Unión Europea y América Latina, organizado por la Fundación Carolina con la colaboración del Gobierno de Cantabria y parte de la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Para establecer esta cooperación y “que les vaya bien a todos”, la Fundación que preside Terrón tiene proyectos en 114 países, con un presupuesto de más de 400 millones de euros. La directora del organismo oficial explica que la FIIAPP trabaja “en la asistencia técnica pública para mejorar las políticas y los sistemas públicos de gobierno”, es decir, acompaña a otras administraciones “pares”.
Su labor, por lo tanto, es la de “acompañar” a otras administraciones y “aprender unas de otras”, en el marco de la economía verde, políticas y derechos sociales, gobernanza, justicia o seguridad y lucha contra el crimen organizado.
Este último ámbito, el de la seguridad, es el eje al que más recursos destina la Fundación, hasta un 40% de su presupuesto total. La directora matiza que el elevado desembolso se explica porque la lucha contra el terrorismo exige “muchos recursos en forma de equipamiento”, minetras que otro tipo de proyectos “solo exigen capital humano”, por lo que no coincide con el número de operaciones en otros ámbitos.
Así, la Fundación trabaja en este sentido” contra el terrorismo, o la corrupción” con el objetivo de “fortalecer lo público”. “Nos parece un ámbito importante y en el marco de las relaciones de la UE y resto del mundo el eje desarrollo-estabilidad-paz tiene mucha importancia”, afirma Terrón.
Los límites de la colaboración
Al trabajar con pares y administraciones públicas, a menudo la Fundación se encuentra en disyuntivas, ya que no siempre los gobiernos comparten los valores democráticos que promulga la FIIAPP. Esto obliga a poner “límites muy claros”, apunta Terrón, para evitar “caer en el colaboracionismo con los regímenes”.
“Por ejemplo, en Myanmar dimos instrucciones para salir de ahí en cuanto las cosas empeoraron”, explica la presidenta, quien añade que “no puedes trabajar colaborando en determinadas acciones”.
“Para nosotros el marco son los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, afirma Terrón. En este sentido, señala que en América Latina “es mucho más fácil trabajar” porque se comparten estos valores conjuntos.
Así, la presidenta de la FIIAPP señala las dificultades de su Fundación para ayudar a la sociedad en casos como el que afecta a la población afgana en la actualidad. “En Afganistán la asistencia técnica pública seguramente es lo último que pueda entrar”, lamenta.
De este modo, Terrón llama a trabajar “con las agencias de Naciones Unidas que se han quedado” en el país asiático, como única forma de asegurar que se cumplen los derechos humanos.
Con I de Iberoamérica
La presidenta de la FIIAPP explica que en las siglas de la fundación contienen la palabra Iberoamérica “por razones históricas”, debido a la fusión entre dos organizaciones: la Fundación Iberoamericana de Gobierno y Políticas Públicas y la Fundación Instituto Iberoamericano de Administración Pública.
A partir de esto, Terrón considera que se ha mantenido porque América Latina es una región “estratégica y fundamental”. “Queremos mantener esta relación especial con ellos”, apunta.
Así, la presidenta reflexiona sobre los retos a los que se enfrenta la región, que en su opinión “son los mismos que en otras partes del mundo” e incide en el concepto de las tres transiciones.
“El reto es cómo dar el salto a la economía teniendo en cuenta otro modelo de desarrollo más compatible con el planeta, que beneficie al conjunto”, señala, añadiendo que se debe combatir la “inestabilidad del mundo”, ya que, apunta, “hay cada vez menos gente en pobreza pero más desigualdad”.
“El futuro empieza dentro de un minuto, tenemos poco tiempo para afrontar cambios, así que necesitamos valentía y determinación”, afirma.
