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Con la conservación “por encima de todo”, los centros de arte rupestre europeos se enfrentan al reto de atraer a un público más general, con el objetivo de que estas visitas se traduzcan en una dinamización del medio en el que se encuentran los centros.
Así lo han explicado Roberto Ontañón, director de Cuevas Prehistóricas y del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), Aida Carvalho, presidenta de la Fundación Côa Parque (Portugal) y Yoan Rumeau, Presidente de la Communauté de Communes Neste Barousse (Francia).
Los tres expertos han ofrecido una rueda de prensa con motivo de su participación en el curso El arte rupestre en los albores del tercer milenio: investigación, valorización y uso social, parte de la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Los ponentes han explicado que las necesidades de los centros de arte rupestres europeos “son las mismas” y han destacado la colaboración “fundamental” que se da entre estas instituciones.
Atraer y conservar
“Nuestra prioridad siempre es la conservación”, han apuntado, destacando que “el objetivo es atraer al público general, no solamente un público especializado”. En este sentido, los expertos han alertado de la necesidad de “calcular la capacidad de carga” de los turistas que pueden visitar los centros para que sea sostenible, para así “optimizar las visitas”.
De esta manera, se evita que se repitan situaciones como las que sufrieron en el pasado las grutas de Argas y Altamira, que se explotaron de forma “indiscriminada e incontrolada”, con “efectos muy graves a corto plazo en su conservación”.
Además, han alertado de que uno de los riesgos a los que se enfrenta la conservación es la estacionalización del turismo, ya que el grueso de visitantes se concentra principalmente en los meses estivales, mientras que el resto del año no reciben apenas visitantes.
Los expertos han destacado el papel “dinamizador del arte rupestre”, en especial en zonas especialmente deprimidas y afectadas por problemas económicos. Así, Carvalho ha ejemplificado que el centro que gestiona, una galería al aire libre de arte rupestre situada en la “Portugal vaciada”, tiene una utilidad social en forma de dinamizador del medio.