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El consejero de Medio Ambiente asiste al primer torneo sostenible de balonmano de Cantabria, que se ha celebrado en Puente Viesgo con la participación de 800 escolares.
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha considerado hoy que el compromiso con el medio ambiente “no es una moda pasajera, sino que ha venido para quedarse porque estamos viviendo un momento muy delicado en el que el conocimiento, la prevención y la participación van a ser fundamentales para la conservación de la naturaleza”.
Asimismo, se ha mostrado partidario de sensibilizar y concienciar sobre la importancia de realizar prácticas medioambientales y sostenibles, tales como el reciclaje, con el fin de avanzar hacia una transición ecológica que permita detener el deterioro ambiental y la pérdida de biodiversidad como consecuencia del abandono de residuos en la naturaleza.
Blanco ha realizado estas afirmaciones durante su asistencia a la quinta edición del Torneo Nacional de Balonmano Hierba del municipio, un evento deportivo que se ha celebrado este sábado en el campo de fútbol de Vargas, con la participación de 800 escolares procedentes de diferentes regiones de España, incluida Cantabria, y que por primera vez ha incorporado distintas medidas de sostenibilidad ambiental de la mano del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente.
En concreto, han participado 86 equipos pertenecientes a 23 clubes de toda España, de los cuales 15 son de Cantabria y el resto proceden de comunidades limítrofes, divididos en tres categorías: mini-benjamín (entre 6 y 7 años), benjamín (entre 8 y 9 años), y alevín (para deportistas entre 10 y 11 años).
Considerado como el primer evento sostenible que se desarrolla en Cantabria desde el punto de vista medioambiental, el torneo pretende fomentar y promocionar el balonmano, así como la práctica de la actividad física entre los más jóvenes, al tiempo que inculcar entre los más jóvenes acciones sostenibles y buenas prácticas ambientales.
Entre las medidas que se han programado, destaca la distribución de botellas reutilizables para todos los deportistas participantes, con el fin de reducir de forma muy significativa los envases de plástico de un solo uso, así como talleres medioambientales, adaptados a la edad de los participantes -entre 5 y 14 años- y coordinados por un equipo de educadores ambientales aportados por el CIMA.
Además, se ha habilitado una ‘zona de juegos sin pilas’, y en los talleres de educación ambiental se han abordado temáticas como la biodiversidad y la reducción y reutilización de residuos.
La Red Cántabra de Desarrollo Rural, dentro de su servicio de apoyo técnico en desarrollo sostenible a los ayuntamientos rurales, ha realizado el cálculo de la huella de carbono generada durante la celebración del evento.
Para ello, se han tenido en cuenta diversos aspectos del evento, tales como la generación de residuos, el consumo eléctrico y las emisiones generadas por los traslados de los jugadores y asistentes. Una vez calculadas, las emisiones derivadas por la jornada, se celebrará una plantación forestal y arbustiva con especies autóctonas en el marco del programa PROVOCA, a modo de medida compensatoria.