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Las ganas de playa, costa y mar se hacen cada día más evidentes en el ánimo de todos. En Cantabria Infinita, somos afortunados porque podemos disfrutar de 220 kilómetros de costa y más de 90 playas en nuestro litoral. Recorrerlas todas en un post sería complicado, así que hoy visitaremos 11 playas de bandera azul.
Con el paso de los años la Bandera Azul se ha convertido en el símbolo, más reconocible y reconocido por los millones de usuarios de playas y puertos, en casi medio centenar de países, así como en un estándar mundial de ecocalidad turística, anterior e inspirador de las demás iniciativas de certificación de la calidad de playas y puertos.
Este año ese distintivo ondeará en 11 de las playas de nuestra Cantabria Infinita. Oriñón y Ostende en Castro Urdiales, Berria en Santoña, El Sable de Quejo y la Arena en Arnuero, Ris y Tregandín en Noja, el Sable de Tagle y los Locos en Suances, la playa de Comillas y el Sable de Merón en San Vicente de la Barquera.
Oriñón en Castro Urdiales
Esta playa situada en la costa oriental de Cantabria, en el municipio de Castro Urdiales, en un paraje de gran belleza, entre los agrestes macizos de Candina y Cerredo, se encuentra junto a la desembocadura de la ría de Oriñón. Es una delicia recorrer su kilómetro trescientos metros de longitud pisando su arena fina y dorada. Además, esta playa admite perros en cualquier época del año.
Ostende en Castro Urdiales
Seguimos en el ayuntamiento de Castro Urdiales, en esta ocasión en una playa ubicada dentro del propio núcleo urbano. Un plan perfecto para los que les gustan las playas con acceso directo desde una de nuestras insignes villas marineras. Su más de un kilómetro de longitud te permitirá disfrutar de paseos divisando las maravillas del cantábrico y la magnífica arquitectura y patrimonio de Castro Urdiales.
Berria en Santoña
De Asón Aguera nos vamos a la costa trasmerana a la localidad de Santoña y en concreto a esta extensa playa de casi dos kilómetros de longitud, junto a la villa de las anchoas por excelencia – que por supuesto degustarás en tu visita – . Se ubica en un lugar de gran belleza paisajística e interés natural, entre los encinares del Brusco y el Buciero, cerrando por el norte las marismas de Santoña. La Playa de Berria es, una extensa playa semiurbana de arena dorada, perfecta para disfrutar de largos paseos y para la práctica del surf por su oleaje, que ofrece un buen nivel de servicios: aseos, duchas, teléfonos, y alquiler de hamacas.
El Sable de Quejo en Arnuero
Seguimos en Trasmiera, en concreto en la localidad de Quejo en Arnuero. Esta playa es urbana y se caracteriza por un ambiente familiar siendo especialmente atractiva para los niños por ser muy recogida y por la tranquilidad de sus aguas. Además esta playa es accesible para personas con discapacidad física, con un área de estancia reservada, silla anfibio de ayuda al baño con personal de apoyo en la época estival. Una de sus características más destacables es que está certificada con la Q de calidad turística y la ISO 14.001 de calidad ambiental.
La Arena en Arnuero
Continuamos nuestro recorrido por Trasmiera, esta vez junto a la desembocadura de la Ría de Ajo, al pie de un encinar de gran interés natural. La Arena es una enorme lengua de arenales de casi un kilómetro de longitud, a lo largo de los cuales se diferencia tres zonas, la playa principal muy familiar y con todos los servicios, en segundo lugar una recoleta cala y finalmente más al interior de la ría, una zona de playa virgen en la que se practica habitualmente el nudismo. Al igual que su vecina la playa de Quejo tiene una estancia reservada a personas con discapacidad y silla anfibio de ayuda al baño con personal de apoyo. Además, al igual que la anterior posee la Q de calidad turística y la ISO 14.001 de calidad ambiental.
Ris en Noja
Llegamos a nuestra cuarta parada en la comarca trasmerana, y nos vamos a esta playa urbana, situada cerca del barrio de Ris que le da nombre, en la localidad de Noja. Es un largo arenal salpicado de islotes de dos kilómetros de longitud y que está galardonado con la certificación ISO 14001. Su orientación hacia el norte propicia la entrada de olas y en ella es posible practicar el surf. Forma una “concha” amplia, que con marea baja permite el disfrute de más de 40.000 metros cuadrados de fina y maravillosa arena.
Tiene servicio de duchas, alquiler de pedalos y piraguas y sus aguas son excelentes para practicar además de surf, la vela, el windsurf y la pesca submarina. Además encontrarás baños adaptados y pasarelas de acceso y uno de sus servicios más peculiares, la biblioplaya, para que disfrutes de la lectura en tus largos días de playa veraniegos
Trengandín en Noja
Nuestra última parada trasmerana es también en la localidad de Noja, en esta playa ubicada junto a la marisma Victoria, ocupando la zona occidental de un extenso arenal que supera los tres kilómetros de longitud hasta la punta de El Brusco. Es una de las más largas y tranquilas de Cantabria, es silenciosa e íntima, y destaca su fina y dorada arena bañada por cristalinas aguas.
Certificada con la ISO 14001, de esta playa cabe destacar la calidad de sus aguas y sus servicios, entre los que se encuentran tumbonas, piraguas, pedalos, duchas y la proximidad de bares, hoteles, chiringuitos y restaurantes.
El Sable en Tagle
De un salto nos trasladamos a la costa occidental cántabra y llegamos a esta hermosa playa situada cerca del pueblo de Tagle, a menos de 2 kilómetros, en el municipio de Suances. El Sable, es una playa de arena dorada rodeada de montañas. Su oleaje es moderado y con las mareas, el espacio de arena útil varía poco.
Suele ser frecuentada por gente joven y tiene un amplio aparcamiento además de varias barbacoas y merenderos, así como el típico chiringuito con amplia terraza sobre la playa.
Los Locos en Suances
Seguimos en el municipio de Suances, en Costa Central en esta playa de intenso oleaje por su exposición al mar abierto, lo que la convierte en una de las mejores playas para la práctica del Surf de toda España.
Su peculiar nombre se debe a que antiguamente hubo un sanatorio psiquiátrico en la parte alta de la misma y se dice que los pacientes bajaban a la playa a pasear con la seguridad de que no podían escaparse debido al complicado acceso a la playa ya que está rodeado de unos impresionantes acantilados. Actualmente el acceso se hace por medio de una cómoda, aunque larga escalera. Dispone de amplios aparcamientos en la zona superior, bares, restaurantes y todos los servicios. Proporciona unas maravillosas vistas a todos los que se acercan a su acantilado, pudiendo disfrutar de fantásticas puestas de sol.
Seguimos en la zona occidental de Cantabria y llegamos a esta playa urbana situada en la hermosa villa del mismo nombre, con lo cual aúna la belleza paisajísitica del arenal con la riqueza monumental de Comillas. Es una playa muy familiar, de un kilómetro de longitud, y con poco oleaje, con un gran aparcamiento, y todos los servicios en la época veraniega. Es perfecta para toda la familia ya que tiene pocas corrientes, aunque la zona de Puente Portillo, deben ser cuidadosos, ya que es algo engañosa. Tiene restaurantes en su paseo marítimo para todos los gustos, perfectos para el aperitivo y para una comida copiosa.
El Sable de Merón en San Vicente de la Barquera
Terminamos nuestro recorrido de playas con bandera azul en San Vicente de la Barquera, y con arco iris incluido ¿Qué mejor forma que esta para terminar?. Concretamente nos vamos a una de sus playas más emblemáticas, la conocida como Playa del Sable de Merón o Playa de Merón. Este largo arenal de más de tres kilómetros está situada a tres kilómetros del centro de la villa, y es uno de los arenales más conocidos por los turistas que visitan nuestra Cantabria Infinita. Afectada por el Parque Natural de Oyambre aporta a este espacio natural protegido un sistema dunar con vegetación muy característica. Es sin duda una de las playas más frecuentadas de Cantabria, y posee la Q de Calidad Turística.
Dispone de infraestructuras adaptadas para personas con movilidad reducida y tiene fácil acceso y amplio aparcamiento, con chiringuitos en su costa para degustar las delicias de la gastronomía regional.