62418 visitas
Comenzamos a contaros en primera persona cómo nos llega el coronavirus a nuestra vida y su convivencia, no vamos a descubrir ni a este que os cuenta su historia ni a las demás personas que participan en ella, pero si os aseguramos no mentir, ni exagerar y tampoco minimizar la vivencia.
Un proyecto de trabajo nos junta 5 personas, todos mantenemos las medidas sanitarias recomendadas como hasta ahora y desde hace un año venimos realizando, ¿cómo y porqué surge el primer positivo? Pues nadie lo sabe con certeza, puedes pensar intuir o especular la verdad es que no se sabe. Es de justicia decir que el mismo grupo de personas nos hemos reunido, siempre por trabajo, y hasta ahora nunca tuvimos ningún percance sanitario.
Pues como os he contado nos reunimos para un trabajo y a los 4 días un WhatsApp a las 21:58 horas de uno de los componentes del grupo, “ fulanito ha dado positivo, tenía algunas molestias tipo gripe y fue al médico con resultado positivo en coronavirus” coño pues tendremos que hacernos las pruebas nosotros, vosotros cómo estáis, “yo bien” “yo llevo un par de días como cansado, pero bien” ¿y tú? pues yo sin ningún síntoma.
Claro son las 10 de la noche y la cabeza comienza a pensar uno tiene cierta edad un par de patologías que no brinda al optimismo duermes poco y piensas, lo primero llamar a mi doctora de cabecera, coño, pero ahora tienes que pedir cita telefónicamente, la última vez no funcionaba la página de internet y te dices bueno mira a ver si funciona.
Coño y funcionaba perfecto, solicitas cita y te dan que te llamará tu doctora entre las 09:50 y las 10:50 horas de la siguiente mañana, te relajas un poco y dices bueno mañana me dirá mi doctora, esa de toda la vida, lo que tengo que hacer y cuáles son los pasos para seguir, aunque no tengas ningún síntoma aparente sobre la enfermedad.
Llega la mañana habiendo dormido muy poco, la cabeza es el mayor enemigo del ser humano, y esperas como agua de mayo la llamada de tu médico, pasan las 11 y no sabes nada de ella, llamas al centro de salud tienes la suerte que te cojan el teléfono y una voz me dice “oiga si está programado que le llamen le llamaran y no tienen que ser estrictamente en el horario que le dicen en la web, si es una urgencia acuda usted al hospital más próximo”
Vale te quedas, así como descolocado, quizás sea como hay que tratar la sanidad, pero yo personalmente entiendo que la salud no es una fábrica o unas oficinas la salud es algo más delicado y se merece un trato diferente.
Decidimos llamar al teléfono del COVID que pone a disposición la administración, “no le tenemos registrado como posible contacto directo de nadie” le comentas la posibilidad de realizarte por tu cuenta una prueba “si usted lo ve conveniente realizarla y si el resultado es positivo vuelva a llamarnos”
Bueno pues en este punto y sin saber cuando te llamara tu médico de cabecera comienzas a buscar otras alternativas y consigues que en la sanidad privada te den hora para hacerte una prueba por tu cuenta, confirmado el horario para la prueba privado a las 12:36 horas te llama tu doctora le cuentas lo que hay te dice que vale, perfecto que me haga la prueba mencionada 50 euros y a los 20 minutos sabes el resultado.
Resultado positivo
En este punto activas las medidas sanitarias que te aconsejan por tu cuenta, te aíslas de tu pareja, ella deja de ir a su puesto de trabajo y yo llamo al teléfono indicado para el tema.
Le comento el positivo me piden que les pase el certificado por email mientras hablamos lo comprueban y me dan cita para realizarme al día siguiente, una PCR, pues según dice la prueba de antígenos podría no ser concluyente.
Llega el día siguiente y recibimos una llamada de los rastreadores, por ciento en un principio con bastante mal gusto puesto que siendo la primera ocasión en la que se dirige a mi me imputa acciones que otros la han indicado y que no se cree, una vez subsanado por su parte previa aclaración mía, “oiga es la primera vez que usted y yo hablamos por lo tanto conmigo empiece de cero”, ya es incluso amable, le doy toda la información que me solicita y me indica que la prueba de PCR que tenía programada queda anulada puesto que con la de antígenos realizada por mi cuenta es suficiente, me pasaran una ficha e información por email para rellenar y si necesito volver a hablar con ellos que marque el teléfono desde el cual me llamaron. El email con la ficha e indicaciones tardó en llegar varias horas.
Efectivamente necesite comunicar una información que en la charla se me olvido, resultado como 20 intentos y ninguna respuesta, la información olvidada se la incluí en la ficha a rellenar.
Curioso es que no exista pautas médicas, tratamientos seguimiento etc.
Seguimos, uno de los contactos, el más cercano y con el cual yo mantuve más relación, le realizan la PCR a los dos días de mi positivo, gracias a Dios salio negativo.
Nos queda pendiente de realizar una prueba, la de mi esposa, con la cual convivo, pues esa prueba se realiza cuatro días posterior a mi positivo, realizada llega el resultado, NEGATIVO, alegría y a la vez sorpresa pues es la persona que más contacto he tenido, mantenemos distancias y espacios separados con desinfección continua.
Síntomas. –
Nada de destacar, la primera noche del positivo una décimas de fiebre si es que a 37,6 se le puede considerar como tal y hasta el momento nada destacable.
Ahora hablamos del seguimiento y control por parte de la sanidad, la sanidad de todos, la sanidad de nuestro centro de atención primaria ósea nuestra medic@ de cabecera.
Primer contacto y por iniciativa nuestra se mantienen una conversación telefónica comunicándose el positivo y diciéndole que me programan un PCR al día siguiente, “bien perfecto, mañana te hacen la prueba y pasado mañana te llamo” exactamente me llama, pero no sabe que me suspendieron la PCR, lo mira en el ordenador, creo, y me dice “si bueno con la prueba de antígenos es suficiente, si tienes fiebre o algún síntoma nos llamas nosotros te haremos el seguimiento diario” pues vale perfecto, resulta que no era diario sino cada 48 horas.
Pasan dos días y llamada de mi centro médico ya no es mi doct@r de cabecera es una sustituta que lógicamente no sé qué titulación posee, me pregunta si tengo algún síntoma y me indica lo mismo, cualquier cambio llamas a los teléfonos X X y te volvemos a llamar en 48 horas.
Hoy, al décimo primer día del contacto y octavo desde el positivo seguimos sin síntomas, afortunadamente, también seguimos esperando la llamada correspondiente a las 48 horas de la ultima anunciada por mis médicos llamada que llega a las 52 horas, “qué tal estás” pues igual bien sin síntomas, “vale perfecto pues te llamara una compañera mía dentro de dos días” vale “adiós” una pregunta por favor, si todo sigue así yo el lunes ya podría volver a salir a la calle pero me extraña que no se me realice una PCR por seguridad de los demás y mía propia “bueno son las directivas que nos indican desde sanidad y nosotros nos atenemos a ellas, dicen los científicos que después de la cuarentena no se transmite la enfermedad” bueno pues vale “de acuerdo adiós” adiós
Y seguimos camino de otro día sin síntomas afortunadamente lo que nos hace pensar en la posibilidad de que existe algún error en la prueba puesto que además yo no he contagiado o mejor dicho nadie de mi entorno a resultado positivo ni siquiera mi mujer.
Llegamos al noveno día del positivo y decimocuarto del contacto recibimos la llamada de mi centro de salud, en esta ocasión no es ni la doctora ni la sustituta hoy la toca a la enfermera, “como estas fulanito” bien sin ningún síntoma, “entonces ya a partir del lunes puedes salir a la calle” (es viernes) vale perfecto, pero no hay que realizar ninguna otra prueba? “no no es necesario y además es el protocolo que nos marcan desde arriba” vale pues perfecto pues gracias, “adiós”
Bueno pues esta es la vida de un positivo a menos de 24 horas para volver a salir a la calle.
Como resumen de lo vivido me queda la sensación de que lo que no hagas tu mismo por tu salud no te lo va ha hacer nadie, ni la salud pública de tu país, ni los profesionales de sanidad ni nadie.
Porque lo digo pues porque es iniciativa propia realizarme la prueba, al llamar al numero de sanidad y comunicar que estuve en contacto con un positivo y no estar en su lista no me dan opción a realizarme ninguna prueba.
En los días de cuarentena hemos recibido cinco llamadas, una de los rastreadores una vez confirmado mi positivo y yo llamado al teléfono del Covid-19 al cual le aporte el certificado de mi prueba realizado privadamente.
Las otras cuatros han sido por profesionales de la medicina, de las cuatros tres han sido diferentes personas y todas se rigieron estrictamente a las medidas marcadas por los estamentos sanitarios. Creo que todos no somos iguales a la hora de enfermar y la prueba la tenemos con este virus por lo tanto creo que se tendría que ser más profesional con cada uno de nosotros y si algún profesional de la sanidad no lo ve de esta forma quizás tendría que desarrollar otra faceta de la medicina y no el trato directo con el paciente.
Como último destacar la incredulidad que te surge de que puedas salir a la calle sin ninguna comprobación de tu estado y es curioso porque en el día de ayer a menos de 24 horas para volver a pisar la calle leo en los medios de comunicación “Los coroautos repartirán test de saliva tras la PCR para repetir la prueba antes del alta” añade que se entregara a partir de la próxima semana.
Una vez más me encuentro en tierra de nadie y para mi tranquilidad tendré que volver a pasar por caja y pagar otra prueba de mi bolsillo por responsabilidad personal ante los demás y cuidado de mi salud.
Afortunadamente mi experiencia es positiva y solo puedo añadir que después de un año extremando todas las medidas uno se contagia de la manera más simple, por ello os pido y me aplico a mi mismo que ante cualquier síntoma de enfermedad sea del tipo que sea lo primero es aislarnos de los demás y realicemos la prueba en la sanidad “pública” o por nuestra cuenta y sobre todo suspendamos los contactos con todo dios, aunque nos duela el dedo gordo del pie izquierdo.