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El alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, cumplió con la tradición y entregó hoy su bastón de mando de la ciudad a la Virgen Grande que simbólicamente será la máxima autoridad hasta el final de las fiestas patronales. Un acto que tuvo lugar al término de la Misa en honor de la Patrona de Torrelavega en la Iglesia de San José Obrero y la procesión de la Virgen por las calles de la ciudad.
Unos actos religiosos a los que asistieron el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; la práctica totalidad de la Corporación; los diputados nacionales José María Mazón y Diego Movellán; los consejeros de Presidencia, Paula Fernández Viaña; y de Industria y Turismo, Javier López Marcano; diputados del Parlamento de Cantabria; los máximos representes de la Policía Nacional y Local, y centenares de torrelaveguenses que, tras varios años de restricciones, por fin pudieron abarrotar el templo para honrar a la Virgen Grande.
La misa estuvo oficiada por el Obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, junto a los párrocos de Torrelavega, incluido el de la Iglesia de San José Obrero.
Tras la misa, a su salida a la Plaza Baldomero Iglesias la Virgen fue recibida por la Banda Municipal de Música y los Picayos de Tanos, que bailaron en su honor y se sumaron a la comitiva, encabezada por las autoridades religiosas y políticas, que recorrió las calles de Torrelavega entre aplausos del público.
Al llegar a la Iglesia de la Asunción, la Virgen Grande fue recibida por el párroco y los feligreses. Desde una ventana, una joven cantó el Ave María y tras un rezo la Virgen retomó el camino hasta la Iglesia de San José Obrero.
Tras ser recibida por el Coro Ronda Garcilaso con ‘Canciones de Torrelavega’, ya en el interior del templo tuvo lugar el tradicional acto de entrega del bastón de mando de la ciudad por parte del alcalde. Cerrando el párroco de San José Obrero agradeciendo a López Estrada el cumplir la tradición, deseando a todos unas Felices Fiestas y gritando vivas a la Virgen Grande y a Torrelavega.