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El Ayuntamiento de Colindres abre expediente sancionador por dejar los excrementos de los perros en la vía publica

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El Ayuntamiento de Colindres ha iniciado otros cuatro expedientes sancionadores relacionados con el incumplimiento de la ordenanza que regula la tenencia de animales domésticos. Dos de esos expedientes hace referencia a la obligación de recoger las heces del animal y el incumplimiento de la misma supone una multa que puede ir desde los 301 hasta los 600 euros.

Otro expedientes está relacionados con la tenencia de perros considerados de raza potencialmente peligrosa. La ordenanza establece que todos los perros potencialmente peligrosos han de estar inscritos en el registro. La omisión de esta obligación supone una infracción administrativa, considerada grave, que será sancionada con una cantidad que puede variar entre os 301 y los 2400 euros.

Del mismo modo, en otro de los artículos, estipula que este tipo de animales han de ir siempre atados y portando un bozal para evitar que puedan causar lesiones a una persona. La multa por el incumplimiento de esta obligación está también estipulada entre 301 y 600 euros.

El último de los expedientes que se han tramitado está relacionado con las condiciones mínimas que se exigen para que un perro pueda permanecer dentro de un vehículo.

El equipo de gobierno espera, con la tramitación de estas sanciones, concienciar a la ciudadanía de la importancia del cuidado correcto de las mascotas, la obligatoriedad de estar registradas y la importancia de recoger los excrementos y mantener limpia la vía pública.

La concejala de medio ambiente, Yolanda Arce, recordaba que “las multas tratan, por un lado, de incentivar la tenencia responsable de mascotas y evitar la suciedad en nuestras aceras y parques; es una cuestión de convivencia, limpieza y salubridad”. Por otra parte, la edil recordaba que “con la tramitación de estos expedientes se da cumplimiento a la ordenanza sobre tenencia de animales de compañía que establece claramente la obligación de hacernos cargo de los excrementos de nuestros animales, recogiéndolos de las aceras, calles o zonas ajardinadas y también la obligación de que los perros de razas peligrosas han de ir atados y con bozal”.