26059 visitas
Álvaro Lavín se ha reunido con la actriz y ha puesto en valor su trabajo contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual
El Ayuntamiento de Santander, a través de la Concejalía de Igualdad, y la cineasta Mabel Lozano vuelven a unir sus caminos y colaboran ya en el rodaje de un nuevo cortometraje sobre la trata sexual.
El concejal del área, Álvaro Lavín, y la propia Mabel Lozano se han reunido esta semana en el Ayuntamiento para avanzar en esta nueva colaboración que se une a la ya realizada con motivo del corto ‘Biografía del cadáver de una mujer’, patrocinado también por el Ayuntamiento, en cumplimiento con el III Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres 2016-2020, que ganó el Goya al Mejor Cortometraje Documental en 2021.
El edil y la actriz han mantenido un encuentro poco antes del comienzo del rodaje del nuevo documental ‘Ava’ que aborda la trata sexual pero también la discapacidad intelectual y que se ha rodado esta semana en Santander y en diferentes localizaciones de Cantabria.
Durante la reunión, Lavín ha puesto en valor el trabajo de Mabel Lozano contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual “desde el punto de vista artístico, pero -sobre todo- desde el punto de vista social”.
“En el Ayuntamiento estamos muy implicados en la lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual y llevamos colaborando con Mabel Lozano en distintos programas desde el año 2016, por lo que es muy positivo y satisfactorio que esta unión haya conseguido un reconocimiento a nivel nacional, como es un premio Goya”, ha señalado.
Por ello, ha reconocido que desde el Consistorio se seguirá apoyando a la cineasta en su labor de denuncia y le ha deseado la mejor de las suertes con este nuevo corto.
‘AVA’
Ava es un cortometraje documental sobre la trata sexual y las personas con discapacidad intelectual. Mujeres y menores captadas por redes sociales para ser explotadas como esclavas sexuales en clubes, pisos y calle, debido a su doble vulnerabilidad: mujer y discapacidad.
Pero también sobre las enfermedades mentales que sufren las mujeres y menores producto de las terribles condiciones de explotación –en la mayoría de los casos incluso en cautiverio– como la depresión, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
La discapacidad intelectual no resulta evidente en un primer momento, y las mujeres y niñas son más dóciles, más sumisas, más fáciles para captar con engaños por parte de los proxenetas y más apreciadas por los demandantes de sexo de pago que buscan ejercer esa cuota de poder y sumisión.
La historia que vertebra todo el documental es la de Ava, contada por Blanca, su madre adoptiva. Un testimonio que aparece a lo largo de todo el documental intercalado con los otros protagonistas. Una historia que se contará de una forma lírica, casi poética, y totalmente en exteriores naturales de gran belleza.