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“El C1 debiera ser el nivel mínimo para un profesor bilingüe”

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Dentro de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria, ‘Strategies for a CLIL classroom’ orienta esta semana a docentes en destrezas pedagógicas para la enseñanza en inglés

Una cosa es saber inglés, incluso tener un buen nivel (B2 o C1) y otra muy distinta manejar las estrategias pedagógicas necesarias para abordar de forma eficaz una materia educativa desde la perspectiva de la enseñanza bilingüe. Éste es el punto de partida de Strategies for a CLIL classroom, el seminario que se imparte esta semana en la sede de Laredo de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria.

Dirigido por el profesor de inglés de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) pejina, Rodolfo de la Peña López, el curso nace de la “inquietud y dudas” planteadas por numerosos docentes de centros educativos bilingües en torno a los problemas a los que se enfrentan en su día a día en el aula y sobre cómo enseñar sus respectivas materias curriculares en inglés.

La estrategia en el aula, cómo se debe enfocar el uso de la lengua, y cuál es la mejor metodología de aprendizaje y enseñanza bilingüe, son los principios fundamentales del método denominado Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras (AICLE en castellano y CLIL en inglés), que esta semana se analizan en profundidad en el citado curso.

Así, con un doble enfoque, lingüístico y técnico, y con el apoyo y participación de Kevin A. Salvage (pionero en la implantación de la metodología AICLE en Cantabria), en Strategies for a CLIL classroom se repasan microdestrezas como la gestión del aula o la moderación de debates, “que no siempre forman parte de los currículos que rigen el estudio general de idiomas extranjeros”.

IMPARTIR CLASES EN INGLÉS

Y es que impartir clases en inglés supone todo un reto para el profesorado. “No es sólo saber el inglés conversacional necesario para gestionar el aula, para por ejemplo mandar callar a un alumno, ni tampoco limitarse al contenido cognitivo de la materia” porque “hay muchas veces en las que el profesor necesita recurrir al humor o la ironía, y eso no se desarrolla con un B2. Incluso con un buen C1 no está asegurado que la persona tenga suficiente capacidad de matiz como para gestionar determinadas situaciones”, explica De la Peña López. Es por ello que para el director de este curso, en la enseñanza bilingüe “el nivel mínimo exigible al profesorado debiera ser un C1”, destaca el profesor Rodolfo de la Peña López.

Un requisito en torno a la que no existe unanimidad entre las comunidades autónomas españolas. Así, según detalla, mientras en Asturias se exige un B2, en Madrid se pide un C1. “Las políticas de las autonomías no están claras”, lamenta el docente.

Y lo mismo ocurre con la aplicación práctica del método AICLE en las aulas, que exige coordinación entre el profesorado de los centros educativos y los responsables de los contenidos curriculares, “y eso es dedicarle tiempo”. Conclusión: “Los programas bilingües en España, en general, se alejan de lo que sería el ideal”, afirma Rodolfo de la Peña López.

EXPOSICIÓN TOTAL

Y en todo este maremágnum de estrategias lingüísticas en el ámbito de la docencia, ¿qué pueden hacer los padres para que los hijos aprendan bien inglés? El director del curso lo tiene claro: “La clave es la exposición total”, que es de hecho uno de los principios de la metodología AICLE. “Que el alumno no solo reciba el idioma de la profesora de inglés, sino que, viendo la televisión, leyendo una noticia, etcétera, con un enfoque múltiple”, opina.

El objetivo último del curso que durante esta semana se imparte en Laredo, en el marco de la actividad académica estival de la UC, consiste en explorar la realidad del aula y ofrecer a los profesionales con perfil bilingüe estrategias que les permitan llevar a cabo una instrucción académica de calidad.

Strategies for a CLIL classroom es un curso válido para el reconocimiento de créditos del Plan de Capacitación Lingüística de la UC, incluido en la Oferta Formativa de la Educación y reconocido por la Consejería de Educación y Formación Profesional de Cantabria a efectos de formación del profesorado de Primaria y Secundaria.