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Se trata de una colección de 29 fotografías en las que se puede comprobar cómo plasmó su extraordinaria mirada en el Santander de los años 50 y 60
El Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS) acoge desde hoy y hasta el próximo 16 de octubre la exposición ‘Gerardo Vielba: Santander en su cámara, 1958-1968’, una colección de 29 fotografías en las que se puede comprobar cómo plasmó su extraordinaria mirada en el Santander de los años 50 y 60.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha asistido a la presentación de la muestra, que se inaugura esta misma tarde, y ha destacado su calidad, además de agradecer el trabajo realizado por el CDIS, de la comisaria de esta exposición, María José Salazar, la colaboración de la UIMP y la generosidad de la familia del artista, sobre todo de sus hijas que además han asistido al acto.
“Esta exposición que presentamos hoy se siente especialmente nuestra, no solo por el título, que ya lo dice todo, sino porque vamos a reconocer a ese Santander de antaño, esos momentos de nuestra historia, como, por ejemplo, cuando el Festival Internacional de Santander se celebraba en la plaza Porticada”, ha destacado.
Durante la presentación, Igual ha alabado al artista al que ha calificado de “genial” ya que “no solo se ha limitado a captar el Santander más icónico y reconocible, como los jardines de Pereda, el muelle de Maura y las playas, sino otra zona más desconocida, lo que era la trastienda de la ciudad, como las imágenes de los niños jugando en la calle Alta o en el barrio Pesquero”.
Asimismo, ha señalado que la muestra es especialmente atrayente porque integra imágenes muy clásicas y otras muy modernas.
La regidora ha invitado a los santanderinos y a todos los que se encuentren en la ciudad a que no se pierdan la muestra porque, por un lado, “van a descubrir a un gran artista si no lo conocían”, y, por otro, “van a sorprenderse con el Santander que desvela a través de estas imágenes”.
También ha resaltado que 13 de las obras, que formaban parte del archivo familiar, se han positivado por primera vez, así que los visitantes podrán disfrutar de unas imágenes inéditas para el público y sumamente importantes para Santander.
“Todo en Gerardo es arte, y creo que uno puede quedarse tiempo contemplando una fotografía y descubriendo todos los matices que esconde, porque nada es casual”, ha subrayado.
Finalmente, Igual ha incidido en que con esta nueva exposición del CDIS vuelve a demostrar que Santander tiene mucho peso en el tejido cultural, que la ciudad es un referente y que atrapa afectos de grandes y reconocidos talentos de la fotografía española, como es el caso de Gerardo Vielba.
Sobre Gerardo Vielba
Gerardo Vielba (1921-1992), uno de los más importantes renovadores de la fotografía en España, tuvo a Santander, sus paisajes, sus gentes, sus costumbres, como objetivo de su cámara.
Desde los años cuarenta pasó sus veranos en la ciudad; algo que continuará por motivos familiares con su esposa e hijas hasta entrados los años 70. Santander fue para él, un lugar bello y entrañable, según recuerda su hija Isabel.
Y aunque siempre captó este ambiente, solo se conservan tomas entre 1953-1973 por lo que se han seleccionado de estos años, algunas muy conocidas y otras menos difundidas, pero todas ellas de gran fuerza creadora. Conjuntamente se presentan piezas inéditas hasta hace unos meses, que han surgido revisando el archivo familiar para la preparación de esta exposición, y que por lo tanto se exhiben al público por primera vez; trece fotografías que nunca ni siquiera fueron positivadas, lo cual constituye un aliciente más de esta muestra.
Son imágenes narrativas en blanco y negro, con sutiles improntas poéticas, de gran fuerza expresiva, en las que entremezcla los aspectos cotidianos que contempla, casas con las ropas al aire; personajes como el barquillero o la cangrejera; paseos por los muelles, la dureza de la pesca, la lluvia, las redes; momentos de playa, juegos en las calles, siempre con niños; pequeños acontecimientos que nos puedan parecer incluso en ocasiones escenografías, pero que responden a su visión de la realidad en el momento y que demuestran su dominio absoluto del lenguaje fotográfico, en el que no pueden faltar los retratos.