Info Cantabria

El Gobierno asumirá los intereses de una línea de crédito para aliviar la situación de las gasolineras

43775 visitas

Compartir noticia en:

 

La ayuda forma parte del paquete de medidas que el Ejecutivo regional prepara para apoyar a los sectores más afectados por la guerra de Ucrania.

Santander – 21.04.2022

El Gobierno regional asumirá el coste de los intereses de una línea de crédito, que podría alcanzar los 4 millones de euros, según las primeras estimaciones, que las gasolineras de Cantabria van a solicitar a una entidad financiera (Banco Santander), durante un plazo de 12 meses, para aliviar el impacto que sobre estas empresas está ocasionando el anticipo de la rebaja del precio del combustible (20 céntimos por litro) decretado por el Gobierno de España.

Este es el acuerdo que hoy han alcanzado el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, y la consejera de Economía y Hacienda, Ana Belén Álvarez, con el presidente de CEOE-CEPYME Cantabria, Enrique Conde, y el presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Cantabria, Jorge de Benito, quien, a su vez, es el presidente de la Confederación Española.

La ayuda, a la que podrán acogerse alrededor de 70 estaciones de servicio, forma parte del paquete de medidas que el Ejecutivo prepara para apoyar a los sectores más afectados por la guerra de Ucrania y la subida de precios de los combustibles, entre ellos, el de las gasolineras.

Revilla ha valorado como “satisfactorio y razonable” el acuerdo alcanzado con el sector para intentar paliar el “grave problema” derivado de la decisión del Gobierno de España, que considera un “gran fallo” porque bonifica los anticipos a los que tienen que hacer frente los empresarios de las estaciones de servicio sobre un cálculo de ventas realizado en base a lo facturado en 2021, un año de pandemia.

Según ha dicho, esa previsión no llega ni al 50% de las ventas actuales, debido a la diferencia de movilidad en España entre este año y el pasado, y ha puesto como ejemplo las cifras de la reciente Semana Santa, que arrojan un aumento de las ventas del 35%.

Esta situación, ha lamentado el presidente, genera un problema de liquidez y un coste adicional para los empresarios, que, en algunos casos, tienen que recurrir a préstamos bancarios al no disponer de recursos suficientes para lidiar con esos gastos. 

“Lo vamos a poner en marcha para facilitar que las gasolineras no tengan un coste adicional y ayudar a paliar algo que el Gobierno ha hecho muy mal, calcular la devolución de anticipos sobre una venta que no es la real ahora, sino de un año de plena pandemia”, ha apuntado Miguel Ángel Revilla, quien también se ha mostrado partidario de estudiar alguna fórmula para financiar los costes de digitalización que están teniendo estas empresas.

Por su parte, la consejera de Economía y Hacienda, Ana Belén Álvarez, ha explicado que el apoyo comprometido por el Gobierno de Cantabria se enmarca en el paquete de ayudas a los sectores más afectados por la invasión rusa a Ucrania y que la medida se pondrá en marcha “a la mayor brevedad posible”, cumpliendo con todas las garantías y avales necesarios. 

Finalmente, los presidentes de CEOE-CEPYME y de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio han agradecido el apoyo del Gobierno de Cantabria en un momento de especial dificultad para el sector. 

Enrique Conde ha reconocido la “visión conjunta del problema” y ha confiado en que la ayuda llegue cuanto antes, al tiempo que ha puesto en valor el esfuerzo de las estaciones de servicio, “un sector que lleva sufriendo la pandemia desde el minuto uno” y que ahora se enfrenta a un “problema financiero brutal”.

Por su parte, Jorge de Benito ha subrayado que las gasolineras atraviesan por una situación “insostenible” no solo por los anticipos que tienen que asumir (1.000 euros de media al día), sino también por el aumento “alarmante” del precio del combustible, que calcula en 30.000 euros por estación al mes.

Así las cosas, De Benito ha advertido de que, si no se pone remedio a este problema en un corto espacio de tiempo, corre riesgo la viabilidad de muchas estaciones de servicio, especialmente las rurales, y el perjuicio acabará recayendo en los ciudadanos.