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Curso de verano en Laredo sobre sexo y religión en el mundo antiguo

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Con la ponencia ‘Iconografía de la Lujuria entre Roma y Pompeya’, y recordando los vínculos históricos entre Mérida y Cantabria, arranca un curso de verano en Laredo sobre sexo y religión en el mundo antiguo.

“En Roma la línea divisoria entre sexo y pornografía era poco nítida, no era tan drástica como lo es actualmente”. Así lo ha destacado Trinidad Nogales, directora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, en la ponencia inaugural del curso de verano Sexo y Religión en el Mundo Antiguo, que acoge esta semana Laredo en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC).

La arqueóloga emeritense, una de las mayores expertas internacionales sobre el mundo antiguo, ha disertado sobre la iconografía de la lujuria entre Roma y Pompeya, no sin antes agradecer la invitación a participar en este ciclo a los directores del curso de verano, Silvia Acerbi -profesora de Historia Antigua de la UC- y Ramón Teja -catedrático emérito de Historia Antigua de la UC-.

En sus palabras de salutación a un alumnado que ha desbordado las plazas ofertadas, Trinidad Nogales ha destacado el vínculo estrecho que une a su localidad de origen y a Cantabria: “Mérida fue fundada justo tras la finalización de las guerras cántabras. Sin este episodio histórico, igual Augusto hubiera tomado otra decisión”.

Respecto a la profusión de imágenes de sexo, más o menos explícito, en yacimientos como los de Pompeya, la directora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida ha explicado que “los romanos tenían un espejo en el que mirarse, que eran sus dioses”. Así, se ha referido “al caso de Zeus y sus amores siempre adúlteros; Venus, diosa de la belleza y del sexo; Eros; o Baco, ese dios del desenfreno, que con su cortejo incitaba a las bacanales y a los actos lujuriosos”.

SEXO, FECUNDIDAD Y VIDA

Pero, al mismo tiempo, Trinidad Nogales ha indicado que “el sexo tenía también la connotación de fecundidad y de vida”. En esta línea ha resaltado que “cuando inauguraban un gran monumento, en ocasiones grababan un gran falo”.  Como ejemplo, ha citado dos monumentos de Mérida, el Puente Romano y el Acueducto de los Milagros: “La razón de la presencia de estos falos era desear larga vida al monumento: al puente, porque era una vía de comunicación fundamental; y al acueducto, porque era una forma de traer el agua necesaria para sobrevivir”.

Ya centrada en los hallazgos de Pompeya, Trinidad Nogales ha puesto énfasis en las pinturas que se conservan de los lupanares. Según sus palabras, dicho término [lupanares] deriva de la palabra latina “lupa”, “loba”, con la que se designa a la prostituta.

Junto a la forma más explícita de mostrar el sexo en muchas de esas escenas, en el mundo antiguo había otra forma más sutil, que podría encuadrarse en el erotismo. Aquí se muestra la figura en una actitud sugerente, destacando su hermosura física, su belleza. “De alguna forma, mostrando el cuerpo físico como parte de ese ritual del cortejo que conllevan las escenas eróticas”, ha dicho.

MIRAR PARA OTRO LADO

Trinidad Nogales ha puesto de manifiesto el tratamiento similar que cuestiones como la prostitución tienen en el mundo actual respecto al mundo antiguo. “En el pasado se dedicaban a ello fundamentalmente mujeres explotadas, extranjeras que venían de zonas de conflicto, algunas eran prisioneras de guerra que se llevaban a Roma de todas las provincias del imperio, y muchas eran ya hijas de prostitutas que lamentablemente tenían que ejercer el mismo oficio que su madre”.

Eso sí, ha resaltado que, “actualmente, la sociedad, de una manera podríamos decir que farisea, trata el tema con esa visión externa, como de lejos. Mira para otro lado”. Finalmente, la directora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida ha subrayado que “algunas veces no entendemos el presente porque no conocemos el pasado. El ser humano del siglo XXI tiene muchos puntos de conexión con la sociedad del pasado. Hay muchos aspectos que si uno rastrea mínimamente se da cuenta que es prácticamente el mismo punto de partida, el mismo concepto”.