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Conviene tener una cuenta profesional diferente a la personal, así como contar con justificantes cada ingreso y gasto, y del banco.
En los últimos años, el Gobierno ha intensificado su lucha contra el fraude fiscal. Además de intentar aflorar la economía sumergida y aprobar una normativa específica, también están aumentando las inspecciones sobre el colectivo de los autónomos.
Y lo cierto es que hay varios errores habituales que cometen los trabajadores por cuenta propia y que, sin saberlo, son considerados como infracciones por parte de Hacienda. En última instancia, esto significa que son actuaciones sancionables. Entre los más comunes se encuentran, por ejemplo, no separar la cuenta bancaria personal con la profesional; no conservar los justificantes de cada ingreso y gasto; o no transcribir de forma correcta los datos contables.
Repasamos cuatro casos concretos que levantan sospechas y que podrían derivar en una sanción económica:
Una sola cuenta personal y profesional
Aquellos autónomos que tienen una cuenta personal y profesional, donde se mezclan las finanzas del negocio con las del hogar, pueden sufrir una inspección y ésta podría derivar en una sanción. Al utilizar la misma cuenta, es complicado separar los ingresos y gastos derivados única y exclusivamente de la actividad que desarrolla. Y, por tanto, supondrá un obstáculo a la hora de pder justificar los movimientos financieros. Así pues, es indispensable tener una cuenta profesional independiente a la personal.
Cometer errores al transcribir datos contables
Todos los trabajadores por cuenta propia están obligados a llevar la contabilidad de su negocio, salvo aquellos que cotizan por módulos. Si los datos contables contienen errores, Hacienda puede imponer una sanción económica. No obstante, si es el autónomo el que notifica al fisco un error, lo habitual es que retire la multa.
No tener justificantes de los ingresos y gastos
Otro de los errores más comunes que comenten los trabajadores por cuenta propia es no tener los justificantes de cada ingreso y cada gasto. Es indispensable solicitarlos y conservarlos, ya sean de clientes o proveedores, ya que deben ser registrados a la hora de tributar el IRFP y el IVA.
No tener justificantes bancarios
También conviene pedir al banco justificantes de las acciones vinculadas a la actividad que se desarrolla por varios motivos. Uno de ellos es que hay gastos como los seguros o la cuota de autónomos que se pueden deducir. Además, los ingresos o retiradas de dinero que no estén justificados pueden derivar en una sanción por parte del fisco.