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César Díaz destaca la mejora que supone esta actuación para la seguridad del tráfico, la comodidad de los conductores y el entorno más próximo a los vecinos.
El Ayuntamiento de Santander ha finalizado el asfaltado del Paseo de Menéndez Pelayo, enmarcado en el proyecto para la mejora de la pavimentación de una veintena de calles de la ciudad, que supone una inversión de 910.496 euros y cuenta con un plazo de ejecución de seis meses.
Así lo ha dado a conocer el concejal de Fomento, César Díaz, que ha destacado la mejora que supondrá esta actuación para la seguridad del tráfico, la comodidad de los conductores y para el entorno más próximo a los vecinos.
Como ha recordado, los trabajos se han llevado a cabo en horario nocturno para minimizar afecciones al tráfico y el transporte público.
Avanza así este proyecto que afecta a viales tanto de la zona centro como de la periferia, por el que ya se han pavimentado también las calles Marqués de Santillana y Nazarín, mientras que están a punto de culminar los trabajos en La Torre, Jorge Sepúlveda y Avenida de Cantabria.
El edil ha destacado el volumen de inversión que comporta el proyecto y el número de calles incluidas, entre las que se encuentran algunos de las más importantes y transitadas de la ciudad como las avenidas de Pontejos, Cantabria y Antonio Maura; las calles Real Racing Club, Alcalde Vega Lamera y Marqués de Santillana, o el paseo de Menéndez Pelayo.
También se actuará en Repuente, Emilio Díaz Caneja, Islas Canarias, avenida de Nueva Montaña, un vial de servicio en la avenida de Los Castros, La Iglesia, Valliciergo, Francisco Salazar y José Simón Cabarga.
Este proyecto complementa al IV Plan de mejora de viales en barrios (Cueto, Monte, San Román y Peñacastillo) que acaba de finalizar, tras una inversión de un millón de euros, y refrenda el compromiso municipal con la mejora de la ciudad y la generación de actividad económica y empleo.
Los trabajos en estas calles incluyen la demolición y reposición del firme en las zonas deterioradas, fresado, levantamiento y nivelación de las tapas de arquetas y registros, y ejecución de los cruces de calzada necesarios.
Asimismo, se procede al bacheo, reperfilado y refuerzo en las zonas necesarias y se termina con la extensión de una capa de rodadura de 5 centímetros de espesor.
Por último, se lleva a cabo la señalización horizontal y se realizan mejoras del drenaje o de algunos tramos de acera, instalación de nuevos hidrantes y bandas reductoras de velocidad, en los puntos donde es necesario.