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Ayer pudimos vivir un emocionante homenaje a RAMON MURIEDAS con motivo de la reposición de la escultura del Neptuno Niño en la santanderina playa del Camello.
Estuvieron presentes el hijo del artista Ramón de Muriedas Senarega, su sobrina Fuencisla Miguel Muriedas, su hermano Gerardo Muriedas, la presidenta de UNICEF Cantabria Esperanza Botella, la alcaldesa de Santander Gema Igual, las concejalas de cultura y dinamización Miriam Díaz y Lorena Gutiérrez respectivamente, y también Ángel Sainz Ruiz, alcalde de Villacarriedo, localidad natal del escultor. 
En palabras del propio Ramón Muriedas hijo, su padre se fue a vivir a Santander a una edad temprana tras la muerte de su abuelo, y “amaba mucho” una ciudad que, entonces, era muy distinta a la que hoy conocemos: “repleta de prados, salvaje e inexplorada”, a la que accedía adentrándose, explorando y descubriendo. “Ese mundo idílico fue el germen de su trabajo”.
Añadió que “es uno de los días más felices de mi vida por dos razones: porque se está restaurando esta escultura, que es una de las más importantes de la ciudad y que todo el mundo quería que se recuperarse, y porque se está homenajeando a uno de los artistas más importantes de esta tierra y de España”, ha apuntado Ramón Muriedas, quien ha hecho un llamamiento para que se respete el Neptuno Niño.
[fotos © PAMACOR: Paloma Matías]
