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Su estudio podría ayudar a seleccionar un tratamiento más adaptado al paciente en función del tipo de mutación que presente
El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por cáncer y tiene una de las tasas de supervivencia más bajas, según recuerdan desde el grupo de investigación que dirige Ignacio Varela, en el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), centro mixto de investigación entre la Universidad de Cantabria y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Con el objetivo de conocer el mecanismo que produce esta enfermedad y, por tanto, mejorar el tratamiento de los pacientes que la padecen, en los últimos años se han desarrollado numerosos experimentos de secuenciación “que nos han permitido conocer que los complejos remodeladores de la cromatina están frecuentemente alterados en cáncer”, señala el investigador.
En el trabajo “ARID2 deficiency promotes tumor progression and is associated with higher sensitivity to chemotherapy in lung cancer”, que acaba de publicar la revista Oncogene, “hemos observado que aproximadamente un 20% de los tumores de pulmón pierde la expresión de ARID2 (una subunidad del complejo remodelador de la cromatina SWI/SNF), es decir, este gen está mutado más frecuentemente que en otros estudios”, explica la investigadora Beatriz Monterde.
Los modelos celulares recreados por los investigadores en este trabajo muestran, así, un incremento de la proliferación y las capacidades de invasión y metástasis de las células cuando se pierde la expresión de ARID2, “lo que nos lleva a pensar que desempeña un papel de supresor tumoral en cáncer de pulmón”, señala Monterde. Así, estas células son “capaces de producir tumores más agresivos y de mayor tamaño”, según lo observado.
“Por otro lado, hemos demostrado que la pérdida de ARID2 hace a las células tumorales más sensibles a agentes que producen daño en el ADN (como los empleados en quimioterapia o los inhibidores de PARP)”, añade la científica.
De este modo, el resultado de su trabajo podría suponer que conocer el perfil mutacional de los tumores de los pacientes ayudaría en un futuro a decidir qué tratamiento es más aconsejable que siga el paciente.
PROYECTO A LARGO PLAZO
El trabajo, en el que han participado todos los integrantes del grupo de investigación de Genómica Funcional de la Progresión Tumoral del IBBTEC, que dirige Ignacio Varela, ha implicado también a otros grupos del mismo centro.
“Ha sido un proyecto de muchos años, con mucho esfuerzo, en el que han estado implicados muchos investigadores del IBBTEC, del grupo de Piero Crespo, del de Berta Casar y gente que ha estado en el instituto y ahora no está, como es el caso de Thaidy Moreno, autora principal del artículo”, recuerda Varela.
Además, se ha contado con la colaboración del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV); el Hospital Universitario de Tenerife, en Canarias; el Hospital Universitario Central de Asturias y el Instituto Francis Crick de Londres.
PROTEÍNAS IMPLICADAS EN TUMORES
El grupo de investigación Genómica Funcional de la Progresión Tumoral se enfoca a estudiar los mecanismos moleculares que están implicados en el desarrollo tumoral.
Varela explica que su grupo tiene dos proyectos en marcha, “uno de cáncer de páncreas, del que ya hemos tenido algún resultado, y este de cáncer de pulmón, y básicamente, estudiamos una familia de proteínas entre las que se engloba ARID2, que están implicadas en la regulación de otros genes. Son como reguladores maestros de la función de otros genes”
Su interés fundamental es, de esta forma, “entender cómo una familia de proteínas puede regular el funcionamiento de muchos otros genes y es especialmente interesante porque estas proteínas están alteradas en muchos tipos tumorales”. Concluye Varela que “cualquier conocimiento que tengamos sobre cómo funcionan o cuáles son los genes que regulan, tendrían implicación en muchos tipos de cáncer”.