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“Hoy es un día importante para Santander y especialmente para los vecinos de Antonio López, Barrio Pesquero y Castilla-Hermida que van a ver como su entorno cambiará completamente”, ha destacado la alcaldesa en el inicio de las obras para el derribo de los tinglados portuarios.
La calle Antonio López se transformará por completo y se convertirá en un gran paseo en el plazo de nueve meses, una vez iniciadas en el día de hoy las obras para derribar los tinglados portuarios a las que sucederán las de renovación urbana del vial.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha asistido este viernes al inicio de los trabajos,-que ejecutará SIEC y supondrán una inversión de 1,5 millones de euros-, un acto en el que han participado también el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Martín; el consejero de Industria, Javier López Marcano; el concejal de Fomento, César Díaz; la responsable municipal de Barrios y Participación ciudadana, Carmen Ruiz; y representantes de las asociaciones de vecinos de Antonio López, Miralmar, Los Arenales y Barrio Pesquero.
“Hoy es un día importante para Santander y especialmente para los vecinos de Antonio López, Barrio Pesquero y Castilla-Hermida que van a ver como su entorno cambiará completamente”, ha asegurado la regidora, que ha recordado que este proyecto es posible porque en su momento Iñigo de la Serna, al frente del Ministerio de Fomento, dotó al Puerto mediante el Fondo de Compensación Portuaria de un millón de euros para que pudiesen trasladar los talleres que ocupaban los tinglados a otra zona, permitiendo así su derribo.
Con esta obra, ha afirmado Igual, Santander dará continuidad al paseo marítimo desde el nuevo centro cívico de Tabacalera hasta la Biblioteca Central, conectando con el Barrio Pesquero, por donde los vecinos podrán pasear seguros y permitirá revalorizar las viviendas y locales de la zona, sin perder los aparcamientos.
La alcaldesa, que ha pedido disculpas de antemano por las molestias que los trabajos puedan ocasionar en el entorno, ha asegurado que la ciudad continúa ganando espacios portuarios para uso ciudadano, en este caso 2.500 metros cuadrados, con lo que ya son casi 80.000 metros cuadrados de frente marítimo liberados para los santanderinos en los últimos años.
“Tendremos un atractivo más para venir a esta zona de Santander donde ya se concentran importantes dotaciones y equipamientos, además de un barrio con tanta historia y personalidad como es el Barrio Pesquero”, ha añadido Igual.
El proyecto, fruto del convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento y el Puerto, permitirá prolongar y ampliar el paseo marítimo y dará especial importancia al aumento de zonas peatonales y áreas verdes, la pacificación del tráfico y la mejora del carril bici.
Detalles del proyecto y fases
La calle, -que ahora tiene una anchura de 14 metros-, ganará 8,5 metros más hasta situarse en los 22,5 metros, una superficie que se añadirá a la acera que discurre junto a los edificios para conseguir un gran paseo peatonal.
También se ampliará la anchura del carril bici que, en su tramo final, se separará del parque infantil, como propusieron los vecinos, evitando las interferencias entre ciclistas y usuarios que se producen actualmente junto a este parque, y se aprovechará para prolongarlo hasta el acceso a la Biblioteca Central y facilitar el desplazamiento en bicicleta hasta este equipamiento.
En el primer tramo de la calle, -frente al nuevo centro cívico Tabacalera-, y en el extremo final (el más cercano a la calle Ruiz Zorrilla), el vial se colocará al nivel de la acera, de manera que el peatón tendrá prioridad al convertirse en zonas semipeatonales.
Los trabajos, que afectarán a una superficie total de 8.245 metros cuadrados, se realizarán en distintas fases, según ha detallado el concejal de Fomento.
Díaz ha explicado que la fase cero, que ha comenzado hoy, tendrá una duración estimada de un mes, plazo necesario para contar con los permisos para poder manipular la uralita que tienen los tinglados. En este tiempo, se ejecutará también la zapata de la nueva valla que separará la zona portuaria de la ciudad, que será igual a la existente en otras zonas del frente marítimo.
Para poder acometer el derribo de los tinglados, en las primeras semanas se trabajará también en la zona exterior de los mismos, especialmente en las canalizaciones, mientras que el interior se vaciará por completo para dejar las naves diáfanas y facilitar la demolición.
En la fase uno, que comenzará en un mes, se desarrollará el derribo propio de las naves, prestando especial atención a la obra y en constante coordinación con el puerto para interferir al mínimo en su actividad y garantizar la seguridad.
Por eso, el derribo se hará manteniendo el muro exterior de los tinglados, que colinda con la calle Antonio López, que seguirá haciendo de cierre para permitir la ejecución de la zapata de la nueva valla.
Cuando esté la valla definitiva se derribará la pared exterior de los tinglados y comenzarán las siguientes fases (2, 3 y 4), que se centrarán ya en la renovación urbana de la calle y el acondicionamiento de los terrenos liberados.
En la fase 2 se ejecutará el vial interior del recinto portuario, con un plazo de 1,5 meses; en la fase 3, está previsto urbanizar la zona sur-oeste (la más próxima al Barrio Pesquero), priorizando la construcción del vial; y en la última fase se urbanizará la zona norte-este de la calle.