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La Fundación” la Caixa” y el Ayto. de Castro Urdiales abren “Empieza el espectáculo”

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  • En colaboración de La Cinémathèque Française y del Ayuntamiento de Castro Urdiales, la muestra de la Fundación” la Caixa” ahonda en la contribución de Georges Méliès al séptimo arte.
  • El cineasta francés fue dibujante, mago, director de teatro, actor, decorador y técnico, y también productor, realizador y distribuidor de más de 500 películas entre 1896 y 1912. Reinó en el mundo del género fantástico y del trucaje cinematográfico durante casi veinte años, antes de caer en el olvido y la ruina económica, que lo llevaron a destruir los negativos de todas sus películas.
  • La exposición se puede ver en un nuevo e innovador formato itinerante que, en un espacio de 200 metros cuadrados, traslada a los visitantes al ambiente de principios del siglo XX para explicar cómo se produjo el nacimiento del cine como fenómeno popular.
  • La muestra incluye reproducciones de aparatos, maquetas, objetos de época y copias de fotografías, así como la proyección de varios filmes, con una atención especial a Le voyage dans la Lune (1902).
  • El teniente de alcalde de Castro Urdiales, Alejandro Fernández; la directora comercial de CaixaBank en Cantabria y Asturias, Celia Torío; la delegada Territorial de la Fundación “la Caixa” en Cantabria y Asturias, Irene Agudo; y el comisario de la exposición,

Sergi Martín; han presentado hoy Empieza el espectáculo. Georges Méliès y el cine de 1900, muestra que explica el nacimiento del cine y rinde homenaje a quien ha sido considerado como el primer ilusionista del cine.

Empieza el espectáculo. Georges Méliès y el cine de 1900 llega a Castro Urdiales gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento y la Fundación” la Caixa”. Dentro de su programación cultural la Fundación” la Caixa” presta una atención preferente a las manifestaciones artísticas fundamentales en la formación de la sensibilidad contemporánea. En esta línea se enmarcan las exposiciones dedicadas al cine, que, junto con la fotografía, es la forma artística más característica del siglo XX. Así, en los últimos años la entidad ha dedicado muestras retrospectivas a grandes nombres del mundo del cine, como Charles Chaplin, Federico Fellini y Georges Méliès.

Tras la organización de una gran retrospectiva sobre el cineasta francés que pudo verse en los dos últimos años en los centros Caixa Fórum que la Fundación” la Caixa” tiene repartidos por el territorio español, ahora la entidad presenta un nuevo e innovador proyecto expositivo, un viaje en el tiempo para trasladar a los visitantes a los años en los que el cine se convirtió en un

espectáculo popular, gracias, en buena medida, a los inventos y técnicas desarrollados por Georges Méliès.

Hijo de un empresario del calzado, Méliès (1861-1938) fue dibujante, mago, constructor de artefactos, director de teatro, actor, decorador y técnico, y también productor, realizador y distribuidor de más de 500 películas entre 1896 y 1912. Reinó en el mundo del género fantástico y del trucaje cinematográfico durante casi veinte años, y su contribución al séptimo arte fue fundamental introdujo el sueño, la magia y la ficción en el cine, cuando este aún estaba en pañales y era únicamente documental.

Frente al cine de carácter documental de los hermanos Lumière, el acto fundacional de Méliès consistió en combinar el universo de Jean-Eugène Robert-Houdin, el padre de la magia moderna, con la cinematografía de Marey, y también en dar un decidido impulso al cine como espectáculo.

Como genio de los efectos especiales, Méliès aplicó al cine trucos de magia y la técnica de la linterna mágica: pirotecnia, efectos ópticos, desplegables horizontales y verticales, paradas de cámara, fundidos encadenados, sobreimpresiones, efectos de montaje y de color, etc. Es como si este virtuoso de la técnica lo hubiese inventado y utilizado todo.

Méliès vivió unos cuantos años dorados, de extraordinaria popularidad, que culminaron con el estreno, en 1902, de Le voyage dans la Lune (El viaje a la Luna), filme que fue visto por millones de espectadores. Desgraciadamente, la expansión de la industria cinematográfica y la aparición de grandes empresas como Pathé y Gaumont llevaron a Méliès a la ruina y al olvido. En 1923, totalmente arruinado, destruyó los negativos de todas sus películas y acabó vendiendo juguetes en la parisina estación de Montparnasse. El periodista Léon Druhot lo reconoció en la estación y, a partir de aquel momento, su obra empezó a ser valorada y recuperada de nuevo.

Un viaje a los años en que el cine se convirtió en un espectáculo popular