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Los Jardines de Pereda acogen ya las dos esculturas de Miró cedidas por su familia a la ciudad
- La alcaldesa ha descubierto estas dos obras, junto a la directora ejecutiva del Centro Botín y un grupo de alumnos del colegio Quinta Porrúa
- Igual ha leído un texto en el que la familia Miró traslada el placer con el que vería el artista estas dos esculturas ubicadas en un parque público, en una zona verde, tan ligada a la ciudad, paseantes, niños, visitantes de fuera y junto al mar
- “Miró dijo en cierta ocasión que deseaba que la escultura se confunda con los elementos de la naturaleza, árboles, rocas, raíces, montañas, plantas, flores…”, lo que ha llevado a su familia a tratar de seguir los deseos del artista
Las esculturas “Femme debout” y “Tête sur socle”, de Joan Miró, lucen desde hoy en los Jardines de Pereda, tras su cesión al Ayuntamiento de Santander por parte de la familia del artista para que sean disfrutadas y admiradas tanto por los santanderinos como por quienes visitan la ciudad.
La alcaldesa, Gema Igual, ha descubierto estas dos obras, junto a la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, y un grupo de alumnos del colegio Quinta Porrúa, que durante esta semana han recibido formación en las aulas sobre Joan Miró y las esculturas que se muestran en los Jardines de Pereda. 
Igual ha explicado que, fruto de la exposición sobre la obra escultórica de Joan Miró que acogió el Centro Botín el año pasado, su nieto y cabeza visible de la Successió Miró, Joan Punyet Miró, le trasladó su voluntad de que la obra del artista fuera conocida en el territorio nacional y accesible a todos los públicos.
“Le ofrecimos una de las zonas más céntrica, importante y querida por todos los santanderinos y frecuentada tanto por los vecinos de la ciudad como por quienes la visitan”, ha recordado la alcaldesa, quien ha señalado que las esculturas han sido cedidas en concepto de depósito con carácter de permanencia para mostrarse en este emplazamiento durante 5 años, con la posibilidad de prórroga por otros 5 más.
La regidora santanderina ha desvelado que estaba previsto que Joan Punyet asistiera al acto de esta mañana, pero no ha sido factible, y ha señalado que su intención es venir a Santander para participar en actividades didácticas con escolares de la ciudad y así difundir la obra de Joan Miró.
En su nombre, ha leído un texto en el que la familia Miró traslada el placer con el que vería el artista estas dos esculturas ubicadas en un parque público, en una zona verde, tan ligada a la ciudad, paseantes, niños, visitantes de fuera y junto al mar.
“Pensaba que también tenía que haber obra fuera de los museos, al alcance de un público mayoritario, fuera de circuitos reducidos”, señala el escrito, en el que se detalla que, en la década de los 70, Miró tuvo oportunidad de participar en varios proyectos de estas características: en Santa Cruz de Tenerife, Madrid, Barcelona, Chicago, Houston, y otros que no se llevaron a cabo como el del Central Park en Nueva York que estaba precisamente pensado para una zona infantil”.
“Miró dijo en cierta ocasión que deseaba que la escultura se confunda con los elementos de la naturaleza, árboles, rocas, raíces, montañas, plantas, flores…”, lo que ha llevado a su familia a tratar de seguir los deseos del artista a través de depósitos temporales que desde los últimos años se han ido materializando en España, Francia, Reino Unido o Alemania.
Igual ha agradecido a la familia “la sensibilidad y generosidad” de ceder las obras, a la Fundación Botín que organizara la exposición de la que surgió esta iniciativa y a todo el equipo del Ayuntamiento que ha intervenido en su colocación el intenso trabajo realizado.
Por su parte, Fátima Sánchez ha apuntado que el Centro Botín ha pretendido no solo ser un centro de arte sino generar en el centro de la ciudad de Santander un lugar de encuentro en torno al arte y la cultura. “Y cuanto más arte haya en los Jardines más nos ayudará a disfrutar y a conseguir tener el potencial del arte en todos los ciudadanos que pasen por aquí y que disfruten de estas dos obras”, ha apostillado.
-El origen de “Tête sur socle” (1978) es un elemento de mobiliario de pequeño tamaño, de madera, que fue aumentando de tamaño hasta llegar al actual. El título enfatiza ese zócalo, a modo de cuerpo, que utilizó como base de una gran cabeza, irregular y con trazos marcados que señalan los rasgos del rostro. Miró no se olvida del dorso, y unos grafismos recorren la superficie quizá como una cabellera, elemento iconográfico también recurrente en su obra.
–“Femme debout” (1969) es una figura maciza, imponente, en bronce patinado en negro pulido. Su origen está en una pequeña escultura de 1949 de solo 31 centímetros de alto. Como en otras ocasiones, Miró volvió a ella agrandándola hasta casi dos metros, probablemente pensando en su exposición en espacios abiertos y públicos.
