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Solicitan una reunión con el consejero de Medio Rural y barajan acudir a Madrid para informar a la ministra Ribera de la pesadilla que supone para los ganaderos de la región la protección del lobo.
Afirman que no pueden perder más tiempo viendo como el pilar fundamental de su economía, el sector ganadero, está desapareciendo.
Los alcaldes del Partido Popular en los ayuntamientos de la comarca del Saja-Nansa han decidido iniciar una serie de actuaciones en contra de la inclusión de todas las poblaciones de lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).
Los alcaldes de los municipios de Los Tojos, Belén Ceballos; Cabuérniga, Rosa Fernández; Mazcuerras, Francisco Javier Camino; Udías, Fernando Fernández; Polaciones, Vicente Ignacio Gómez; y Lamasón, Marcos Agüeros; consideran que la situación que están viviendo sus ganaderos es insostenible e inasumible para todos, también para la propia Consejería de Medio Rural, y que no pueden perder más tiempo viendo como el pilar fundamental de su economía, el sector ganadero, está desapareciendo.
Ante el problema de los ataques del lobo, que en algunos municipios se está agravando más, los representantes municipales del PP han solicitado desde uno de los ayuntamientos una reunión con el consejero Guillermo Blanco que esperan sea contestada con premura.
Además, tienen previstas reuniones con diversos despachos de abogados y barajan la posibilidad de enviar una representación a Madrid para dar a conocer “con detalle y de primera mano” a la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, la realidad a la que se enfrentan los ganaderos de Cantabria, para quienes la protección del lobo ha resultado una pesadilla y que ven peligrar la viabilidad de sus explotaciones ganaderas.
En este sentido, señalan que la problemática del lobo al sur del Río Duero difiere de la situación de las comunidades del norte y critican que en esta decisión no se haya contado con la participación de ganaderos, de los ayuntamientos afectados o de las comunidades que llevan años gestionando el lobo y que sufren el problema de la superpoblación de esta especie.