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“Los éxitos del deporte femenino están, pero les falta visibilidad”, Natalia Flores Sanz (CSD)

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La Casa de Cultura de Colindres acoge este miércoles, 7 de julio, a partir de las 19:00 horas una mesa redonda de los Cursos de Verano de la UC dedicada a el papel de la mujer en el deporte.

La mesa redonda sobre Igualdad en el Juego: Mujer y Deporte en el Siglo XXI, organizada en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC), promete servir de estímulo a quienes se están dejando la piel dentro y fuera de los terrenos de juego para hacer realidad el despegue del deporte femenino en España. La cita es el miércoles, 7 de julio, a las 19:00 horas en la Casa de Cultura de Colindres, con entrada libre hasta completar aforo.

Habrá incursiones por la banda, tiros libres, toneladas de fair play y mucha reivindicación. El encuentro a cuatro bandas promete ser vibrante, con Natalia Flores Sanz, directora de Programas de la Comisión Mujer y Deporte, del Consejo Superior de Deportes (CSD); Rocío Puente Pino, árbitra asistente en la Liga Iberdrola y con una larga trayectoria internacional; Juan Antonio Moreno Rodríguez, técnico de balonmano que fue seleccionador femenino de Chile; y José Manuel Castanedo Alonso, profesor en el IES La Albericia.

“Mi idea es hacer reflexionar a los asistentes”, explica la fuenlabreña Natalia Flores, antes de lanzar a bocajarro una batería de preguntas: “Si te pido el nombre de un jugador del Real Madrid, ¿sabrías decirme uno? ¿Y si te pido el nombre de una jugadora del Real Madrid Femenino? Igual te cuesta más, ¿verdad?”.

La misma táctica la proyecta sobre el deporte de la canasta: “¿Quién fue el primer deportista español que ganó un anillo de la NBA? ¿Gasol? ¿Sabes que hay una española que lo había conquistado diez años antes?”. Un incómodo silencio se abre paso, hasta que la propia Natalia resuelve el interrogante: “Amaya Valdemoro tiene en su poder tres anillos de la WNBA”.

LÍNEAS DE APOYO

Con esta estrategia Flores Sanz, que fue diez temporadas internacionales como jugadora de fútbol sala, tiene un objetivo claro: “Quiero hacer reflexionar a la gente que los éxitos del deporte femenino están, pero nos falta esa visibilidad, esa concienciación”. De ahí que se felicite por la organización de este tipo de jornadas, que cuentan con el respaldo de la Dirección General de Deporte del Gobierno de Cantabria.

Según la integrante del CSD, “el Deporte Femenino está evolucionando, pero muchas veces no somos conscientes y las barreras las ponemos entre todos”. Desde este punto de partida, se pregunta en voz alta: “El deporte femenino ¿no interesa, o no lo vendemos?”.

Sus turnos de intervención también los dedicará a desgranar programas como Universo Mujer, o las propias subvenciones públicas de la Comisión Mujer y Deporte: “Queremos hacer pensar sobre la realidad del deporte femenino, y ver si podemos hacer algo que esté en nuestra mano para cambiarlo”.

En la mesa redonda podrán ahorrarse el VAR. La cántabra Rocío Puente Pino, con 24 años de andadura en el mundo del arbitraje, 14 de ellos como árbitro internacional, acredita las suficientes tablas como para que el encuentro no se le vaya de las manos.  Agarrada al banderín, ha sido testigo de los profundos cambios vividos en el fútbol femenino de un tiempo a esta parte.

“Antes no salíamos en ningún lado y ahora ya estamos todos los fines de semana con la Liga Iberdrola en Gol TV, en Teledeporte y en otros medios, y gracias a esto se han multiplicado las fichas en los últimos años”, explica. Unos cambios que han llegado también a la forma de dirigir los encuentros: “Porque antes el fútbol femenino lo pitaban los hombres, no podíamos nosotras pitarlo, hasta que se ha posibilitado que lo hiciéramos”.

OBSTÁCULOS Y DESAFÍOS

En todo caso, Puente Pino es también exponente de las muchas barreras que ha habido que superar. Cuando arbitraba en la Segunda B masculina, alguien con poder en el Comité Arbitral se empeñó en hacerle la vida imposible. “Me dijo que nunca iba a subir al fútbol profesional masculino, porque no me iba a dejar él. Por eso decidí quedarme en el fútbol femenino, para tener la oportunidad de estar en Primera División y ser Internacional”, relata.

Otras dificultades vienen de la propia evolución del deporte femenino: “Hay que hablar también de lo difícil que lo tenemos para compaginar este deporte. Quieren crear una Liga Profesional cuando nosotras, por ejemplo, no lo somos, y tenemos nuestros trabajos aparte. Esto no les pasa a los chicos, ellos arbitran y ya está, ese es su trabajo. Pero nosotras tenemos que compaginar las dos cosas”.

Ella es maestra y el calendario escolar es el hándicap que superar para poder comparecer en cada partido. A pesar de haber arbitrado en un Mundial, no tienen el reconocimiento como deportista o profesional de alto rendimiento. Ni a nivel federativo ni desde el CSD. Seguro que la cuestión aflora en el debate.

Finalmente, expresa su optimismo respecto a la profesionalización del fútbol femenino, frenada en seco por la pandemia. “Creo que va a llegar. En España el fútbol femenino ha crecido mucho en muy poco tiempo, no podemos pretender llegar de golpe a los niveles que tienen los países nórdicos, porque ellos llevan un montón de años de adelanto. Pienso que piano, piano”.

Y concluye: “Si hace cuatro o cinco años me hubieran dicho que el fútbol femenino iba a estar como está ahora, no me lo hubiera creído. Hemos avanzado mucho, pero todavía queda”. El debate a cuatro voces promete. No se lo pierdan.