35123 visitas
Santander- 19.08.2021
La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha publicado el Plan de Inspección Ambiental de Cantabria 2021-2027 para las instalaciones sometidas a Autorización Ambiental Integrada (AAI) que sustituye al 2014-2020.
Las empresas sometidas a este requisito son aquellas potencialmente más contaminantes o peligrosas para la salud o la seguridad de las personas, como son refinerías, transformación de metales, industrias químicas o gestión de residuos entre otras, en función de su tamaño y de los procesos productivos que utilicen.
La Orden que se ha publicado hoy en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), afecta, a 1 de enero de 2021, a un total de 50 instalaciones y regula la actividad inspectora en esta materia que se concreta a través de los sucesivos programas anuales de inspección medioambiental.
Su objetivo, según ha explicado el consejero Guillermo Blanco es garantizar el nivel de protección del medio ambiente “más elevado” con la aplicación de los principios de “prevención y control ambiental” de una forma integrada, con el fin de impedir la transferencia de contaminación de un medio a otro.
50 instalaciones sometidas a control
El nuevo Plan supone una “estrategia renovada” en materia de inspección medioambiental e incluye mejoras en los mecanismos de coordinación, cooperación y colaboración entre las administraciones públicas, empresas y ciudadanía, así como las recomendaciones de las normativas revisadas en el periodo anterior en cuanto a inspección ambiental.
Su aplicación se lleva a cabo a través de programas anuales, con protocolos específicos de trabajo y mejoras técnicas en el uso de medios electrónicos de forma que el sistema de inspección medioambiental proporcione el servicio en las mejores condiciones de seguridad y eficacia.
Las empresas a las que se aplica esta norma en Cantabria son 50: 3 instalaciones de combustión; 18 de producción y transformación de metales; 5 industrias minerales; 7 químicas; 9 de gestión de residuos; una industria textil; 4 agroalimentarias y 3 incluidas por su consumo de disolventes orgánicos.
En cada programa anual se da prioridad a aquellas inspecciones que presentan un mayor riesgo; así, las clasificadas como de riesgo alto reciben una inspección anual, a las de riesgo medio se les asigna una inspección cada dos años y las de riesgo bajo cada tres. Sin embargo, en función del resultado de cada inspección, pueden derivarse otras inspecciones no programadas intermedias.
Las tareas de inspección revisan el cumplimiento para cada instalación de los valores límite que marcan las distintas normativas europeas, nacionales y autonómicas para todos los vectores ambientales: atmósfera, agua, ruidos y vibraciones, residuos y calidad del suelo, así como el grado de cumplimiento de la Autorización ambiental Integrada en vigor.
Las inspecciones realizadas permiten conocer el grado de cumplimiento de los objetivos de los programas anuales, tanto cualitativos como cuantitativos, y detectar los problemas que se hayan podido presentar durante su desarrollo, para, de esta forma, mejorar la actuación inspectora en el futuro.
En aplicación del Plan 2014-2020 se han inspeccionado las 55 instalaciones en funcionamiento en ese periodo, algunas de las cuales han cesado en su actividad o han dejado de cumplir con los parámetros necesarios para estar sujetos a esta figura de protección ambiental.
En veinticinco de ellas se ha girado inspección en dos o más ocasiones, en función de su nivel de riesgo y de los resultados de las inspecciones previas. Se han realizado un total de 18 inspecciones no programadas con una cuantía global de actuaciones (programadas y no programadas) para dicho periodo de 103, y más de 500 muestras de vertido analizadas.