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La Organización presenta ahora el Boletín ’El impacto de la Covid-19 en la población atendida por Cruz Roja a través del Plan RESPONDE’, una investigación que pretende obtener una radiografía detallada sobre el grado de vulnerabilidad, riesgo de pobreza y exclusión y necesidades y expectativas de las personas atendidas por la Organización a través de este Plan
• Las personas que se han incorporado a Cruz Roja a raíz de la pandemia son claramente más jóvenes (44,4 años de media), hay una mayor proporción de hogares con hijos menores de 16 años (50,2%), con una tasa de pobreza infantil del 95,6% y mayores tasas de riesgo de pobreza y exclusión (95,2%) y desempleo (30,5%).
• El 56,7% de las personas encuestadas afirma tener un estado de salud regular, malo o muy malo y el 35,2% señala que éste ha empeorado tras la pandemia. En cuanto a la incidencia de la misma, el 8,7% de las personas atendidas han sido diagnosticadas y un 33,5% se han visto afectados por la pandemia, bien a nivel personal, bien por contagios en el hogar o en el entorno cercano.
Mujer, de 44 años, con hijos/as a cargo y en situación de desempleo. Este es el perfil medio de las nuevas personas atendidas por Cruz Roja a través de su Plan RESPONDE frente a la COVID-19, puesto en marcha ahora hace un año, tras decretarse el estado de alarma en nuestro país y que, hasta el momento, ha permitido apoyar a más de 3.590.000 personas.
Las personas que se han incorporado a Cruz Roja a raíz de la pandemia son claramente más jóvenes que las personas a las que ya atendía la Organización (44,4 años de media frente a 65 años), hay una mayor proporción de hogares con hijos menores de 16 años (50,2% frente al 22% del grupo que ya estaba siendo atendido por Cruz Roja), con una tasa de pobreza infantil del 95,6% y mayores tasas de riesgo de pobreza y exclusión (95,2% frente a 73,8%) y desempleo (30,5% frente al 24,8%). En conjunto, el 57,5% de las personas atendidas se sitúan en la pobreza extrema.
El dato para la población general es del 2,9%.
Estos son algunos de los datos que se desprenden del Boletín sobre la Vulnerabilidad Social nº 20 presentado hoy jueves, ‘Impacto de la COVID-19 en la población atendida por Cruz Roja a través del Plan RESPONDE’, una investigación que pretende obtener una radiografía detallada sobre el grado de vulnerabilidad, riesgo de pobreza y exclusión y necesidades y expectativas de las personas atendidas por la Organización a través del Plan Cruz Roja RESPONDE.
Este estudio, desarrollado en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid, indaga también en la información sobre los ingresos, situación ocupacional y los factores asociados a la salud, vivienda y protección social de estas personas con el fin de ofrecer información relevante a todos los actores implicados en la respuesta a la pandemia desde las administraciones públicas, agentes sociales, tercer sector y academia.
“La irrupción de la crisis generada por la COVID-19 ha supuesto una nueva vuelta de tuerca a la vulnerabilidad social en tanto que ha agravado la ya difícil situación de una población que aún se encontraba lastrada por los efectos de la crisis económica anterior y ha empujado a nuevas personas y familias a condiciones de máxima fragilidad”, ha destacado Toni Bruel, coordinador general de Cruz Roja.
Situación socioeconómica y Riesgo de Pobreza y Exclusión Social
La situación socioeconómica establece considerables diferencias entre las personas incorporadas a raíz de la pandemia y las que habían tenido alguna relación con Cruz Roja previamente: entre las nuevas, las personas jubiladas sólo representan el 13,2% (antes eran el 51%), aumentando sobre todo el desempleo (51,7%, frente al 24,8%) y, en menor medida, la proporción de personas ocupadas (25,3% cuando antes representaban el 14,6%). La tasa de trabajadores pobres es, para el conjunto de la población atendida, del 82,3% y, para las personas de nueva incorporación, del 90,2%.
Quienes han acudido a Cruz Roja por primera vez tras la pandemia afrontan las situaciones más dramáticas: el 95,2% de sus hogares están en riesgo de pobreza o exclusión (frente al 73,8% del grupo que ya estaba siendo atendido por Cruz Roja. AROPE), el 92,6% están por debajo del umbral de la pobreza (antes, el 67,2%), el 63,1% experimentan privación material severa (antes era el 39,3%) y el 56,2% tiene en paro a todos sus miembros en edad laboral (frente al 50,7 de las personas que ya estaban siendo atendidas por Cruz Roja. BITH).
La situación económica ha empeorado como consecuencia del contexto creado en torno a la pandemia para un 23% de personas atendidas por Cruz Roja, que han visto reducidos sus ingresos en comparación a los que percibían antes. En estos hogares, de media se ha pasado de tener unos ingresos mensuales de 1.057€ a 486€.
Este empeoramiento de los ingresos está más extendido entre las personas que acuden a Cruz Roja por primera vez tras la pandemia. El 38,2% de estos hogares reflejan esta circunstancia. La caída de ingresos está en la raíz de las enormes diferencias que se dan en el resto de los parámetros.
Globalmente, los ingresos medios por hogar eran de 885€, por persona de 369€ y el 12,4% de los hogares no tenían ningún ingreso, llegando a representar el 22% entre los hogares nuevos.