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También se procederá a delimitar el entorno del área amparada por esta medida, ante la posible aparición de materiales dispersos en las excavaciones.
Santander – 19.11.2021
La Vicepresidencia y Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, ha iniciado los trámites para ampliar la protección de la ciudad romana de Julióbriga mediante la declaración de este Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Zona Arqueológica, procediendo a definir las zonas de la misma y a delimitar el entorno amparado por dicha protección.
Esta medida se apoya en la consideración de los bienes inmuebles que integran Julióbriga como un yacimiento excepcional en la historia de la Cantabria romana, tanto en lo que se refiere a su cronología, tipología, situación o relación con otros valores de carácter cultural.
Como BIC, esta Zona Arqueológica cuenta con varios sectores y se definen cuatro zonas que contemplan unas áreas ya excavadas con metodología arqueológica y otras ampliables a futuras excavaciones y con posibilidad de hallazgos.
La delimitación del entorno de protección de esta Zona Arqueológica abarca terrenos en los que pueden darse descubrimientos de materiales arqueológicos dispersos. Por este motivo, las remociones de tierra que se lleven a cabo en este entorno de protección de la Zona Arqueológica, con excepción de las labores agrícolas de arado y siembra, deberán contar con una autorización expresa.
La ciudad de Julióbriga constituye el enclave arqueológico de época romana más importante de Cantabria, revelando las investigaciones que cuenta con una continuidad cultural que abarca desde los momentos finales de la Edad del Hierro hasta la plena Edad Media.
Con una superficie aproximada de 18.000 metros cuadrados, este yacimiento cuenta con tres sectores: la carretera, el foro y la Llanuca, todos ubicados de forma contigua al pueblo de Retortillo.
Asimismo, las excavaciones desarrolladas a lo largo del tiempo han puesto de manifiesto la existencia de una ciudad constituida por edificios públicos y privados, entre los que destacan grandes domus de planta ortogonal y atrio central cubierto, con otras más sencillas, dotadas de corrales y dependencias para el desarrollo de actividades artesanales y/o agropecuarias.