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Avisa de que los centros de salud están colapsados y hay decenas de consultorios cerrados
“Los ciudadanos son los paganos de esta situación”, afirma la presidenta Buruaga
La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha advertido hoy de que la Atención Primaria atraviesa una situación crítica, peor que nunca, y ha reprochado al Gobierno que su única respuesta sea multiplicar los recortes y convertir a los ciudadanos en paganos.
La dirigente popular ha hecho estas afirmaciones después de reunirse con representantes del Sindicato Médico de Cantabria para abordar la situación de los profesionales sanitarios y de la Atención Primara, que “no da más de sí”.
Según la presidenta, el agotamiento y la saturación han llegado al límite durante este verano, con unas plantillas profesionales mermadas sin apenas refuerzos ni sustitutos para cubrir las vacaciones y el incremento de la demanda en municipios turísticos.
Y ha explicado que los profesionales sanitarios, que están extenuados tras 18 meses de pandemia, tienen que hacer frente a una sobrecarga de trabajo mayor que nunca porque son menos que nunca y porque a su lista de tareas suman el verano y el despliegue de la campaña de vacunación, la indicación de los test PCR y el seguimiento de casos de la quinta ola.
La conclusión es que hay menos profesionales sanitarios y más demanda, con lo que la presión asistencial no para de crecer, una ecuación que se repite en este momento en todas las zonas y centros salud y en todos los equipos de atención primaria de la región.
La presidenta ha avisado de que los centros de salud están colapsados y están cerrados decenas de consultorios en toda Cantabria, como Cueto, Isla, Castillo, Riaño, Liaño, Penagos, Saro, Villafufre, Santibáñez, Villacarriedo, Castañeda, los Tojos, Espinilla, La Costana, Santiurde de Reinosa y un largo etcétera.
Buruaga ha lamentado que, ante esta situación insostenible para los profesionales sanitarios y la población, el Gobierno no haga nada, porque el COVID se ha convertido en la excusa para no hacer nada, para dejar caer el sistema.
“Su única respuesta es la de multiplicar los recortes y convertir a los ciudadanos en paganos de esta situación: recortar servicios y anular programas, demorar la atención programada, reducir la accesibilidad a los centros de salud y cerrar consultorios en la Cantabria rural”, ha dicho Buruaga, quien ha añadido que los que se llenan la boca con la sanidad pública se atreven a hacer lo que nadie ha hecho: condenar a la precariedad a nuestro servicio público de salud.
La presidenta ha hecho hincapié en que lo que está ocurriendo es la consecuencia inevitable de la falta de previsión, la nula planificación y peor gestión en materia de recursos humanos de la Consejería de Sanidad, que lleva años mirando para otro lado, cruzada de brazos ante los problemas y mostrando un desprecio olímpico por los profesionales.
Según Buruaga, el déficit de médicos no es de hoy ni tampoco un efecto del COVID, sino un problema que se repite cada año, perfectamente previsible y, por lo tanto, evitable, y de obligada planificación que ha brillado por su ausencia.
Y ha demandado al Gobierno medidas urgentes porque es urgente revertir esta situación. Así, ha insistido en la necesidad de impulsar ya un Plan de Ordenación de Recursos Humanos que permita vertebrar medidas de la mano de los profesionales para dimensionar y ordenar adecuadamente las plantillas profesionales.
Además, ha reclamado más plazas MIR, un plan de fidelización de residentes, mejorar la regulación y gestión de contratos de larga duración e incentivar la ampliación de la edad de jubilación en especialidades deficitarias y, sobre todo, recuperar el Pacto Profesional por la sanidad pública para invertir en los profesionales sanitarios y avanzar de verdad en la mejora de sus condiciones de trabajo, porque solo así se podrá retener a propios y atraer a los ajenos.
Según la presidenta, los incumplimientos, la ausencia de incentivos y las peores condiciones de trabajo impiden competir con otros sistemas de salud más ágiles y eficaces.
“Nuestros profesionales demandan y merecen respeto, reconocimiento y motivación profesional. Ese es el primer paso para recuperar al completo la sanidad de Cantabria”, ha concluido.