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Cantabria y Asturias unen sus caminos de peregrinación hacia Liébana.
El presidente Miguel Ángel Revilla y su homónimo Adrián Barbón, presentan en el límite de ambas comunidades ‘El Camino lebaniego asturiano’ o ‘Camino de los Santuarios’ histórica ruta desde la catedral de Oviedo hacia el monasterio de Santo Toribio con vistas al próximo Año Santo
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha resaltado esta mañana “el camino de hermandad” entre cántabros y asturianos como “una senda de futuro que vamos a compartir juntos para potenciar la convivencia entre ambos pueblos”. Revilla, que junto al presidente de Asturias, Adrián Barbón, ha presentado en el límite de las dos comunidades autónomas el ‘Camino lebaniego asturiano’ o ‘Camino de los Santuarios’, ha manifestado que los políticos no han estado a la altura de la sintonía biológica y de paisanaje de Asturias y Cantabria “pero ahora -ha asegurado- las instituciones y los presidentes responden al anhelo de los ciudadanos”.
Revilla ha asistido esta mañana a la presentación del Camino de Los Santuarios, que forma parte de la ruta del Camino Lebaniego en la vertiente asturiana, y que une el monasterio de Santo Toribio con la catedral de Oviedo, pasando por la basílica de Covadonga, circunstancia por la que también se pretende conmemorar los trece siglos de la batalla que inició la Reconquista.
En este acto, el presidente asturiano, Adrián Barbón, también ha resaltado la hermandad astur-cántabra y se ha referido a la recuperación del camino como una “iniciativa especial con base histórica y que hay que continuar en doble dirección”. Barbón se ha referido a los beneficios de esta conexión para atraer turismo y “conocernos y reconocernos en la historia, ya que hablamos de Liébana antes de la Reconquista o los 1.200 años de San Salvador, la conexión de santuarios de Liébana, con Covadonga, la Virgen de la Cueva en Infiesto hasta llegar a San Salvador en Oviedo”. Barbón también ha evocado la historia de resistencia de ambos pueblos “para afrontar el futuro y crecer económicamente”.
Por su parte, el consejero de Turismo cántabro, Javier López Marcano, ha recordado que Europa se construyó peregrinando a Compostela, y cántabros y asturianos “somos herederos de las pisadas de quienes nos precedieron y tenemos que profundizar en lo común y no quedar fuera de los grandes itinerarios culturales”. También ha recordado el dicho popular de que “quien va a Santiago y no al Salvador, visita al siervo y olvida al Señor”, refiriéndose los asturianos a la catedral de Oviedo y los cántabros al Monasterio de Santo Toribio.
Con el estreno del Camino de los Santuarios o Camino lebaniego asturiano se persigue la puesta en valor de una ruta histórica, que viene uniendo de forma ancestral los pueblos de Cantabria con la capital asturiana, y que cierra el círculo de los caminos de peregrinación al Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Este proyecto se enmarca en de los actos previos a la celebración del Año Jubilar Lebaniego 2023-2024, que han sido coordinados, en el caso de Cantabria, por la Fundación Camino Lebaniego, adscrita a la Consejería de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio.
Revilla, con albarcas en el camino
El jefe del Ejecutivo regional cántabro y el presidente del Principado han inaugurado este tramo que hoy se abre a los peregrinos. Revilla, con las típicas albarcas cántabras, y Barbón han recorrido a pie parte del camino que une el límite de Cantabria con la localidad asturiana de Merodio, del concejo de Peñamellera Baja.
A continuación se ha realizado una visita guiada, conducida por el historiador, Toño Huerta, que ha finalizado en la iglesia de Santa Leocadia, donde se ha procedido a la presentación de la app para móviles ‘Camino de los Santuarios’ que recoge las principales características geográficas y culturales de este tramo y se ha presentado la señalética del camino. El logo del Camino Lebaniego asturiano está formado por la ‘Cruz de la Victoria’ y la ‘Cruz de Liébana’, y en cada comunidad prevalecerá una sobre la otra, junto con la habitual cruz roja de los caminos lebaniegos.
También han asistido al acto el vicepresidente del Gobierno cántabro, Pablo Zuloaga; el consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Francisco Javier López Marcano; la directora general de Turismo, Marta Barca; la directora general de Patrimonio Cultura, Zoraida Hijosa y el director de la Fundación Camino Lebaniego, Manuel Bahillo, por parte de las autoridades regionales cántabras, mientas que por las asturianas también han estado presentes la consejera de Cultura, Política Lingüística y Turismo, Berta Piñán; la viceconsejera de Turismo, Graciela Oca; el director general de Cultura y Patrimonio, Pabló León y el director general de Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, además del alcalde asturiano de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández Díaz; el alcalde cántabro de Herrerías, Juan Francisco Linares y otros alcaldes de los municipios del entorno.
Antiguas vías de comunicación
El Camino Lebaniego asturiano es un itinerario documentado históricamente que aprovecha antiguas vías de comunicación, como las que enlazaban Oviedo con el oriente asturiano o las que desde Liébana llegaban a Asturias, bien a través del Camino Lebaniego y las Peñamelleras, o cruzando los Picos de Europa.
Desde la Alta Edad Media la tradición habla de la llegada de Santo Toribio de Astorga desde Jerusalén con las reliquias, entre ellas el Lignum Crucis, hasta algún puerto asturiano. Por un tiempo estas reliquias se guardaron en el monte del Monsacro, donde pudieran conservarse por un tiempo, para después ser trasladadas por el Camino del Salvador hasta Astorga. Posteriormente, en tiempos del rey, Afonso I el Católico, primer rey de Asturias e hijo del Duque Pedro del Cantabria, se trasladaron las reliquias de Santo Toribio de Astorga y el Lignum Crucis hasta las escondidas montañas de Liébana.
Se cierra así, con estos caminos, un triángulo de la caminería histórica medieval que unía Asturias, Cantabria y León, por donde caminó Santo Toribio de Astorga y por donde se trasladaron las reliquias de un templo a otro buscando una mayor seguridad, lugar por el que viajaron personajes históricos como Pelayo, Alfonso I o Beato de Liébana, entre otros.
Esta peregrinación hasta Santo Toribio desde Asturias ha pervivido en el tiempo siendo varios los testimonios que desde la Edad Media han quedado documentados en el Cartulario de Santo Toribio. En la actualidad los caminos asturianos son, después de los cántabros, la región que más peregrinos aporta al Camino Lebaniego.
Los Caminos Lebaniegos
Este camino a través de Asturias es el último camino de peregrinación que, de forma radial, une Santo Toribio de Liébana con todos aquellos lugares donde se documenta la presencia histórica de peregrinos.
Santo Toribio de Liébana cuenta con una red de caminos señalizada que suma más de 750 kilómetros. Son caminos que permiten al peregrino dirigirse hasta Liébana desde Palencia, Sahagún, León, Oviedo y Santander.
El Camino Lebaniego tiene la consideración de Patrimonio de la Humanidad, junto con los Caminos a Santiago, lo que incluye los caminos que discurren por Cantabria dentro de la mayor red de caminos de peregrinación del mundo.
Por su parte, el Camino Lebaniego Asturiano suma 220 kilómetros y ofrece paisajes de gran valor cultural y natural con pastos, montañas o valles, además de diversos cauces fluviales que acompañan los pasos de los caminantes.
Un relevante patrimonio histórico cultural que incluye desde vestigios prehistóricos hasta iglesias, construcciones civiles, elementos etnográficos o espacios de gran valor paisajístico y natural integrantes de la Red Natura 2000.
Este camino, que nace en la catedral del Salvador en Oviedo, plantea dos nuevas rutas que podrán ser utilizadas por los peregrinos al Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Por un lado, la ruta une los municipios asturianos de Arenas de Cabrales y Sotres con el municipio cántabro de Camaleño, atravesando el Parque Nacional por las praderías de Aliva, y desviándose por encima de los pueblos de Pembes y Llaves para adentrarse en el pueblo de Mogrovejo. Posteriormente, desciende por Redo, hasta Beares y comienza a ascender por Congarna hasta llegar a la ermita de San Miguel y para terminar en el Monasterio de Santo Toribio. Este ramal tiene una longitud de 19 kilómetros. Por el otro extremo se une la zona más oriental de Asturias, uniendo los municipios de Peñamellera baja con el municipio cántabro de Herrerias, a través de un camino rural que une Merodio con los pueblos de Casamaría y Cabanzón hasta unirse con el actual Camino Lebaniego en la llamada Venta de Vallejo.