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El proyecto definitivo para reabrir el antiguo túnel de Tetuán se licitará esta primavera para iniciar las obras a finales de verano
- La alcaldesa ha presentado a vecinos y hosteleros el proyecto final, que prevé actuar en una longitud total de casi 700 metros, incluidos los 300 metros de túnel y la urbanización del entorno en sus dos accesos
- El presupuesto total de la actuación asciende a 4,9 millones de euros, tras incorporar medidas adicionales de consolidación del túnel para mayor seguridad y garantías
El proyecto definitivo para la reapertura del antiguo túnel de Tetuán a peatones y ciclistas se aprobará y licitará esta primavera, de tal manera que las obras puedan comenzar a finales de verano.
Esas son las previsiones con las que trabaja el equipo de gobierno municipal, una vez recibido ya el proyecto final, que ha sido presentado a vecinos y hosteleros de la zona en una reunión con la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.
El proyecto plantea actuar en una longitud total de casi 700 metros, incluidos los 300 metros del antiguo túnel del tranvía y la urbanización del entorno en sus dos accesos: la boca Oeste, en la zona de Tetuán, y la boca Este, en el área del Sardinero.
El presupuesto total de la actuación asciende a 4.984.773 euros, tras incorporar medidas adicionales de consolidación del túnel para mayor seguridad y garantías y una vez sumado también los gastos generales y el IVA correspondiente.
Según ha señalado la alcaldesa, el proyecto de reapertura del antiguo túnel de Tetuán permitirá habilitar una nueva vía de comunicación para peatones y ciclistas entre el centro urbano y el Sardinero.
Además, supondrá recuperar una infraestructura que forma parte de la historia de la ciudad, poniéndola en valor y dándole un nuevo uso acorde con las necesidades actuales, y se aprovechará para reordenar y acondicionar los espacios que se encuentran en ambas bocas, incluyendo nuevo mobiliario urbano y arbolado y mejorando las plazas existentes actualmente.
En este sentido, se han mantenido varias reuniones con la asociación de vecinos del barrio de Tetuán para concretar la urbanización de la boca Oeste, cuyo ámbito de actuación se extenderá hasta el polideportivo.
Igual ha explicado que con el proyecto definitivo ya redactado, y una vez asegurada también la disponibilidad de los terrenos, que ha requerido resolver antes las dudas existentes sobre la propiedad municipal de una de las parcelas afectadas, se puede aprobar ya el proyecto y licitar los trabajos.
El proyecto señala tres ámbitos de actuación: la boca Oeste, el túnel y la boca Este, con diferentes intervenciones y trabajos en cada una de ellas.
En el caso de la boca Oeste, se actuará desde la bifurcación de la calle Tetuán, frente al polideportivo Marcelino Botín, hasta las antiguas escaleras que daban acceso al Alto de Miranda a través de Barrio Camino.
En este entorno se reforzará el carácter peatonal, desplazando todas las plazas de aparcamiento a una misma banda al norte de la calzada de acceso a Las Canteras y acondicionando el carril bici.
La calzada será de adoquín, para calmar el tráfico, y únicamente servirá de acceso a los aparcamientos de la plaza de la plaza Alhucemas. Para delimitar aún más el área destinado a peatones, junto al carril bici se dispondrá una zona estancial con parterre pisable, bancos y arces rojos.
Ya en la plaza Alhucemas, se aprovechará para ordenar los accesos a los edificios y a la propia plaza y optimizar tanto los usos de la pista multideporte como del número de plazas de aparcamiento, construyendo además una rampa en el lateral Oeste, donde hoy se ubican las escaleras de acceso a los edificios. También se instalarán aparatos de ejercicios para adultos.
La intervención en este ámbito se completa con el acondicionamiento de una rampa de acceso al túnel, de 63 metros de longitud, y una nueva escalera de acceso directo a Barrio Camino.
Por lo que respecta al túnel, que tiene una longitud de casi 300 metros y una altura media de entre 3,25 y 4 metros, los primeros trabajos serán las perforaciones para identificar el tipo de relleno utilizado en los distintos revestimientos y la instalación de monitorización continua para conocer el nivel del agua y el estado tensional del terreno y del revestimiento en cada sección del túnel.
Entre las medidas adicionales incorporadas en el proyecto definitivo destacan las relacionadas con la consolidación del túnel, que se realizará mediante inyecciones de baja presión a lo largo de todo el trazado con el fin de reforzar el terreno y garantizar bóvedas de descarga en el interior de la formación rocosa.
Con estas medidas, además de ofrecer mayor seguridad y garantías para la consolidación del túnel, se reducirán las filtraciones de agua por las fisuras del macizo rocoso.
Después se procederá al acondicionamiento interior de la infraestructura y a la ejecución de todas las instalaciones necesarias: iluminación, detección de gases y ventilación, detección y extinción de incendios, cámaras de vigilancia, redes de saneamientos, etcétera.
Por último, en la boca Este, en el Sardinero, se propone prolongar el túnel en unos 55 metros de longitud, dado que la salida actual está condicionada por la existencia de la antigua trinchera y edificios altos, lo que generaría un espacio sombrío entre taludes y edificios.
La solución pasa por un falso túnel, que en algunos puntos recibirá iluminación natural del exterior, con una altura de entre 9 y 6 metros, según los tramos. A la salida del falso túnel se habilitará una escalera que permitirá abrir y conectar un itinerario peatonal entre las calles Ramón y Cajal y Joaquín Costa, y en el lado opuesto, una alineación de arces rojos.
Historia del túnel
El antiguo túnel de Tetuán formaba parte del trazado del Tranvía de Vapor del Sardinero, inaugurado el 23 de junio de 1892. Cubría un trayecto de unos 2.460 metros que partía desde la plaza del Pañuelo (la actual plaza de Italia) hasta la calle Martillo (Marcelino Sanz de Sautuola), pasando por La Cañía, el túnel, Tetuán, San Emeterio, Molnedo, Peña Herbosa y Daoiz y Velarde.
Tras varios años de actividad, en 1917 se declaró la caducidad de la concesión. Posteriormente, durante la Guerra Civil, el túnel se habilitó como refugio, y más adelante, en la década de 1950, el Ayuntamiento lo habilitó para su uso peatonal, desistiendo a los poco años.
En 1986 se decidió el sellado total de sus bocas y en la del Sardinero se aprovechó para rellenar completamente la trinchera existente en ese punto y acondicionar una zona verde.
En la inspección realizada de la infraestructura se han observado algunos elementos singulares, entre ellos, un bajorrelieve en la coronación del tímpano de la boca Oeste con las siglas TSV, iniciales probablemente de Tranvía a Vapor del Sardinero. También se han encontrado cinco apartaderos.