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La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) dedica la semana del 23 al 27 de agosto al Aula de Verano Ortega y Gasset. 80 de los más brillantes expedientes académicos de Bachillerato y Formación Profesional disfrutan de una beca que les permite conocer el ambiente universitario de primera mano.
Uno de los ponentes seleccionados para instruir a los jóvenes es Rafael Rebolo, astrofísico y profesor de Investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Para Rebolo, volver a la UIMP es “un placer” y señala su optimismo ante “el interés que aprecia en los jóvenes”.
Su charla, Exploración del Universo: del Big Bang a los agujeros negros y los exoplanetas es toda una oportunidad para los estudiantes de acercarse al mundo de la ciencia y la astronomía. Para Rebolo, la mejor forma de despertar su vocación científica es “con oportunidades como ésta.” “Poder conversar directamente con profesores es la mejor forma de despertar el interés por la ciencia”, y destaca que “este ambiente distendido, sin evaluación, solo disposición de explicar” es una posibilidad para “abrir sus mentes”.
Unas mentes que, dice Rebolo, “se han puesto a trabajar” durante su ponencia, basada en “un breve recorrido por caminos abiertos en el estudio del universo”, entre los que destaca la existencia de sistemas exoplanetarios y los fenómenos de alta energía como las supernovas.
Exoplanetas, agujeros negros y el fondo de microondas
La conversación de Rebolo con los jóvenes estudiantes del Aula Ortega ha girado en torno a algunas de sus investigaciones más destacadas como, por ejemplo, los exoplanetas. Estos cuerpos son planetas en la órbita de una estrella diferente al Sol y una de las partes más importantes de su investigación es la de aquellos planetas análogos a la Tierra.
Rebolo cree que “necesitamos saber si la Tierra es el único lugar donde se ha desarrollado vida”. Para ello, cabe investigar los exoplanetas análogos al nuestro con la intención de “influir en la forma en que vemos nuestra posición como especie”. Y la primera lección que debemos sacar de ello es la de cuidar nuestro planeta”, dada la “dificultad de encontrar vida en otros lugares”, concluye.
Otro punto central de su investigación son los agujeros negros y su distorsión del espacio-tiempo. “Son una oportunidad extraordinaria para comprender la materia, el tiempo y el espacio” afirma el astrofísico, que define los agujeros negros como “un espacio de unos 15 kilómetros que puede concentrar 10 veces la materia del sistema solar”. Así, indica que los fenómenos que se aprecian en el Sistema Solar pueden verse “mucho más reforzados” en los agujeros negros, de cara principalmente a confirmar los principios de la Teoría General de la Relatividad.
La teoría del Big Bang también ha sido un tema importante, basado en las investigaciones de Rebolo sobre el Fondo Cósmico de Microondas, una radiación electromagnética que cubre el universo. Según Rebolo, el estudio de este fenómeno es “la mejor herramienta que tenemos para entender los primeros instantes del universo”.