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Revilla inaugura las obras del dique norte del puerto de Castro Urdiales que ya permanece abierto a vecinos y turistas

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Santander – 12.06.2021

El presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha inaugurado hoy la primera fase hoy del refuerzo del dique norte de Castro Urdiales, tras una inversión de 2.635.530 euros. La infraestructura permanece desde hoy abierta al tránsito de peatones y turistas.

Allí, Revilla ha mostrado su satisfacción por una actuación “muy demandada” y ha anunciado que el proyecto de la segunda fase, ya está prácticamente ultimado, y se licitará este mismo año para iniciar su ejecución en el próximo ejercicio.

El jefe del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado que el puerto de Castro Urdiales constituye una “seña de identidad” de esta localidad y de toda la costa de Cantabria.  Para el presidente de Cantabria los trabajos acometidos en esta infraestructura permiten resolver el problema de seguridad, que ocasionaba en esta zona los temporales y que, debido al cambio climático, y su influencia en el nivel del mar obligan a potenciar las labores de refuerzo que aporten seguridad a los ciudadanos que transitan por esta zona y a las embarcaciones que se resguardan en este puerto.

Revilla ha asegurado que desde el Ejecutivo “no se ha parado de trabajar”, a pesar de la pandemia y que, en estos momentos, en los que las vacunas aportan un horizonte de seguridad el reto actual es “volver a recuperar la economía” y “generar empleo y riqueza”.

El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, ha recordado que esta primera fase, que se ha ejecutado en 250 metros, se verá completada con otra segunda, hasta alcanzar los 547 metros en total del espigón, con una inversión total de 5 millones. A esta cantidad invertida en el puerto se le añaden dos millones que se destinarán a la mejora de la carretera de Santullán a Otañes y otro millón de euros que se destinarán a las obras de acondicionamiento del mercado de abastos de Castro Urdiales, “con lo que se da respuesta a algunas de las principales demandas del Consistorio y la ciudadanía de Castro Urdiales”, ha añadido.

Por su parte, la alcaldesa, Susana Herrán, ha valorados las obras inauguradas hoy ofreciendo mayor seguridad, tanto a la actividad marítima “tan vinculada a nuestro pueblo”, como a los ciudadanos que podrán disfrutar de este paseo tan tradicional.

Tras la explicación de la obra, que ha corrido a cargo de los técnicos, y las palabras de las autoridades se ha procedido al corte de la cinta, para realizar, posteriormente, un recorrido por la obra.

En el acto ha estado acompañado por el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa; la alcaldesa; Susana Herrán; la directora general de Obras Hidraúlicas y Puertos, Sandra García, así como diversos miembros de la Corporación local y numerosos vecinos.

‘Rompeolas’

El dique norte, conocido popularmente como el ‘rompeolas’ arranca de los acantilados de la peña de Santa Ana y se prolonga en dirección sureste a lo largo de 547,5 metros. Con esta configuración constituye el principal abrigo del puerto de Castro Urdiales.

Se trata de un dique mixto compuesto por tres partes: una banqueta de cimentación a base de escollera, una estructura vertical no monolítica compuesta por hiladas de bloques de hormigón prefabricados y un manto de protección en talud sobre la escollera de cimentación, los conocidos como ‘bloques guardia’. Esta configuración en dique mixto confiere una estética refinada perfectamente integrada en el entramado urbano y permite su utilización por los paseantes, pero le hace vulnerable a la acción de los temporales del Cantábrico, siendo sus principales amenazas el arrastre de la escollera de la berma de cimentación, con el consiguiente deslizamiento de bloques de guarda apoyados en ella, y el levantamiento de los bloques de las hiladas superiores a causa de los fuertes oleajes que socavan y erosionan los huecos de la mampostería de relleno entre bloques.

Tal es así que, desde su construcción a finales del siglo pasado, se han efectuado numerosas intervenciones de reparación, sobre todo en las proximidades del arranque del dique, y se han acometido varios estudios en los que se ha analizado su seguridad y más en concreto el estado del hormigón, la relevancia de las cavidades detectadas y su repercusión en la estabilidad del dique.

Las obras ejecutadas persiguen mejorar la estabilidad del dique al deslizamiento y al vuelco y mejorar la estabilidad de la losa de coronación. Subsidiariamente se conseguirá mayor seguridad para los paseantes.

Se ha tratado, en definitiva, de aumentar la estabilidad del dique y mejorar su falta de monolitismo motivada por su composición mixta de bloques adosados apenas unidos por mortero, para lo que se ha optado por el ensanchamiento con hormigón ligeramente armado y conectado a los bloques existentes y con la reconstrucción de la superficie de andén con una losa de hormigón armado. Ambas actuaciones proporcionan un comportamiento más compacto del dique.

Esta fase, que se acaba de finalizar y que actúa sobre los 250 primeros metros de dique, constituye una primera fase a la que seguirá una segunda hasta completar el refuerzo en el total de los 574,5 metros de dique.

Los trabajos

La solución adoptada ha consistido en el recrecido del muro vertical, que constituye el cuerpo del dique, desde el arranque del mismo en la peña de Santa Ana, hacia el morro. A continuación, se ha procedido a la demolición parcial de la losa de coronación actual y ejecución de una nueva solera sobre ella de mayor espesor. Al objeto de garantizar la correcta cimentación del dique se ha ensanchado la escollera de cimiento actual.

En esta primera fase, se ha actuado sobre la zona que tiene un mayor número de cavidades y conductos y presenta un mayor deterioro. De este modo se ha logrado reducir la probabilidad de fallo del dique vertical y aumentar la anchura y el peso del mismo, además de mejorar su integridad reforzando el exterior con hormigón armado. Se ha procedido al recrecimiento del dique de 2,50 metros de anchura, llegando en alguna zona a 3,50 metros, con lo que la anchura final del muro asciende ahora a 13,5 metros.

Con el objetivo de reducir las presiones acuáticas en la losa de coronación, se han dispuesto tubos dren en cada metro de longitud para dar salida al agua de un modo ordenado y, para garantizar la correcta cimentación del dique, se ha recrecido la escollera hasta un ancho de 5 metros y un peso de 300 kilogramos.